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Nora González y Oskar ZapataCoordinadora de Euskaraldia y director de Taupa Euskaltzaleen Mugimendua en Navarra

"Para que el euskera avance en Navarra hay que pasar de estar a favor del euskera a utilizar esta lengua"

Nora González y Oskar Zapata animan a la sociedad navarra a participar como ‘ahobizi’ o ‘belarriprest’ en Euskaraldia, que se celebra del 15 al 25 de mayo, para dejar claro su deseo de vivir en euskera

"Para que el euskera avance en Navarra hay que pasar de estar a favor del euskera a utilizar esta lengua"Unai Beroiz

Para alguien que nunca haya oído hablar de Euskaraldia, ¿en qué consiste esta iniciativa?

Oskar Zapata: Euskaraldia es un ejercicio social que tiene como objetivo ampliar la red de personas que hablan euskera y por tanto ampliar el uso del euskera, y por otra parte, ayudar a cambiar los hábitos lingüísticos de las personas, concienciando sobre ello. Nos coloca ante el espejo y nos hace ver cuáles son nuestros hábitos lingüísticos y en qué me ayuda esta iniciativa para mejorarlos, para usar más el euskera en el entorno donde vivo.

Es la cuarta edición, la primera en primavera, ¿por qué han cambiado de noviembre a mayo?

O.Z: Al término de todas las ediciones hacemos un evaluación para ver qué es mejorable. En 2023 observamos que una cosa que podría ayudar a que aumentara la participación y que ésta fuera más alegre y lúdica, era trasladarla a la primavera. Hay más luz, la gente está en la calle, la chapa no te estropea el goretex (risas).

Los datos de las últimas ediciones muestran que Euskaraldia es eficaz para promover el uso del euskera y cambiar los hábitos lingüísticos. ¿Qué retos presenta esta edición?

Nora González: Uno de los retos que planteamos es dar un salto cualitativo y cuantitativo con el eslogan Elkar Mugituz egingo dugu. Moviéndonos conjuntamente, lo conseguiremos. Hace referencia al movimiento de la gente euskaldun, que está activa en Eukaraldia. Vamos a crear redes, vamos a dar un paso cualitativo en las comisiones de los pueblos y barrios, en las entidades y también a nivel individual.

–O.Z: Esta edición debe servir para impulsar un movimiento. No es posicionarte a favor del euskera sino que Euskaraldia exige una actitud para usar el euskera durante esos 11 días o para pedir que te hablen en euskera. Buscamos crear un movimiento que impregne toda la sociedad y luego el reto es que la gente que participe en ambos roles (ahobizi y belarriprest),que se sientan cómodas en el rol que elijan, que disfruten y que sirva para que esa conciencia lingüística continúe en el día 12.

Los territorios donde se habla en euskera son diversos. ¿Dónde funciona mejor Euskaraldia y en qué zonas necesita un impulso mayor?

N.G: Euskaraldia es un proyecto flexible que tiene la capacidad de incidir en pueblos, en barrios y en ciudades con condiciones sociolingüísticas muy diferentes. Eso hace de Eusklaraldia un proyecto integral. En Navarra tenemos una situación sociolingüística muy compleja y tenemos que ir a reforzar no solo el ahobizi sino todas esas personas belarriprest que puedan dar el paso a abrirse al euskera y escuchar en euskera.

O.Z: En los sitios donde no hay muchos euskaldunes ayuda a reconocerse entre las personas que pueden entenderse en euskera. Y en todo el territorio del euskera, Euskaraldia sirve para demostrar de una manera activa, tomando parte en un ejercicio donde tienes que inscribirte, que realmente quieres vivir en euskera y lo haces de una manera práctica.

Once personas que trabajan en distintos departamentos de DIARIO DE NOTCIAS posan en la entrada del periódico en el polígono Areta. Conforman el ‘Hamaikako’ de Euskaraldia, la iniciativa en favor del uso del euskera.

¿Cuántas personas han participado en las últimas ediciones?

En todas las ediciones de Euskaradia han participado más gente que la que entran juntos en San Mamés, en el Reale Arena, en el Sadar, en el estadio de Bayona, en Ipurua (Eibar) y en el Gal (Irun) juntos. Los números son espectaculares. Hablamos de unos 320.000 personas. Y la participación en Navarra suele representar un 10% del total.

¿Cómo empieza una edición de Euskaraldia?

N.G. Todo se pone en marcha cuando termina la anterior. Se hace la valoración sobre qué ha funcionado y qué no. En este caso se decidió trasladarla a primavera. De ahí se empieza a mover motores y llega a los pueblos y barrios para recoger el feedback de la ciudadanía, pero no ha sido hasta principios de este año cuando ha comenzado el trabajo más intenso. Este año queremos dar importancia no sólo a los 11 días sino a todo lo de antes y después. Queremos calentar para que la ciudadanía viva con más ilusión el ejercicio.

¿Cuántas comisiones y personas se implican en Navarra?

Contactos tenemos en todos los pueblos. Tenemos comisiones de diez personas y otras que funcionan con tres porque no es lo mismo Pamplona que Isaba, por ejemplo. Podríamos hablar de unas 70 comisiones y más de 500 personas implicadas. Estamos presentes en todas las comarcas, se llega a todos los sitios. En estos últimos meses estamos trabajando en promover la inscripción creando puntos de encuentro para visibilizar Euskaraldia y los hamaikoak de cada pueblo y barrio que actúan como embajadores.

OZ: Hemos facilitado tanto los trámites que tenían que hacer las entidades y como el trabajo de las comisiones. Les hemos dado unas propuestas y sobre ellas trabajan para dinamizar Euskaraldia en el pueblo o barrio.

Las cuatro ediciones de Euskaraldia han coincidido con unos años en los que el Gobierno foral se ha mostrado más cercano al euskera. ¿Cómo valoráis la implicación de las Administraciones en el fomento del aprendizaje y uso del euskera?

Desde la primera edición de Euskaraldia teníamos claro que debía basarse en la cogobernanza. Creíamos y creemos que tiene que ser algo que tenga la pata social, que representa Taupa (antes Topagunea), y la parte institucional tanto a nivel de Gobierno como de ayuntamientos. En Navarra tenemos desde 2018 el convenio Euskara 265 egun y Euskaraldia es el principal proyecto. Es un convenio que se renueva anualmente. Tenemos una coordinación con Euskarabidea y vamos de la mano a la hora de promocionar este ejercicio; nosotros trabajamos la parte social, con la sociedad, y Euskarabidea lo hace con el Gobierno. Estamos cómodos y contentos por tener esa financiación estable que nos permita organizar una iniciativa como Euskaraldia.

Cada vez son más las personas que aprenden euskera en Navarra, pero ¿faltan espacios para usarlo?

N.G. Es muy importante que las personas que sabemos hablar euskera nos quitemos los miedos y prejuicios que sentimos en muchas ocasiones y en ciertos ámbitos a la hora de utilizar dicha lengua, y pasamos al castellano directamente. Euskaraldia ayuda a dar esa primera palabra en euskera, a intentar mantener la lengua no desde la corrección lingüística sino desde una voluntad individual. Y llevar la chapa ayuda.

O.Z. La misión de Taupa es habilitar y crear espacios donde el uso del euskera sea habitual y que la gente se sienta cómoda. Hay que trabajar en todos los espacios. En el tiempo libre tiene una importancia vital porque es donde las personas están más a gusto, donde la forma de expresión y los registros son más informales. Es todo lo contrario al ámbito educativo. Es un espacio de libertad e incidir en ello y ofertar espacios es nuestra misión. Llevamos haciéndolo desde que nació Topagunea, desde que creamos las primeras Euskara Elkarteak. Se trabaja ofertando proyectos y espacios tanto para adolescentes y jóvenes como para los adultos. Un ejemplo de ello es el Mintzakidea, que permite que 1.000 personas se junten todas las semanas para hablar euskera. Hay que avanzar en los espacios formales, hay que ir implementando el uso del euskera, por ejemplo, en el mundo del trabajo, donde se pueda, y para ello se necesita la complicidad de la sociedad. Para que el euskera vaya hacia adelante en Navarra hay que dar pasos efectivos, hay que pasar de estar a favor del euskera a hacer en euskera, a relacionarse en euskera.

El euskera se va expandiendo conforme entran generaciones nuevas pero se necesita, como dicen, implicación. ¿Cómo ven a la juventud?

–N.G. Es clave con qué relaciona la juventud el euskera. Hoy en día las generaciones jóvenes perciben el euskera como algo relacionado con la escuela, con la institución... Lo que tenemos que hacer y estamos haciendo en Taupa es cambiar ese paradigma y conectar el euskera con emociones positivas, con el ocio, con irte de fiesta, con reírte, con socializar con tus amistades... Se trata de disfrutar con el euskera, de que la gente haga un click en su cabeza y no relaciones el euskera solo con el conocimiento sino con el uso.

–O.Z: La recuperación de un idioma es algo social. Las personas tenemos que tomar posición a nivel individual pero siempre va a tener un reflejo en lo colectivo. Es importante que el colectivo sea el punto de impulso. Gente joven que se implique por cosas ha habido siempre como también la hay que no se implica. Hay jóvenes que tienen conciencia social y hacen reflexiones maduras y otros que no la tienen. Y en la recuperación del euskera sí se necesita tener esa conciencia social. El idioma es un hecho social. Si estoy en un sitio donde es habitual hablar en euskera, lo hablas.

–N.G: No hay que centrarse en los jóvenes que no quieren hablar en euskera sino que debemos preguntarnos por qué no lo hablan. Hay que ir más allá. Y normalmente es porque no encuentran espacios o no tienen referencias. Son importantes las referencias en euskera, en la música... Y cada vez hay más, por ejemplo, hay grupos que hace reguetón en euskera...

–O.Z.: Y que sea un espacio de creación, que haya un colectivo que diga yo voy a crear esto en euskera. Muchas veces en los idiomas minoritarios el producto se trabaja en un idioma y luego se traduce. Y eso está muy bien, pero lo que es genial es que el proceso y el resultado se haga en euskera. Es una forma de entender la cultura de otra manera. Por ejemplo el programa Irunikokoa, un carnaval creado por el pueblo en euskera, o el grupo de música Zetak. Hay mucha gente joven que tiene conciencia lingüística buena y necesitan que los colectivos estemos apoyando.