Con tan solo 20 años, Mirari Etxeberria fundó la Joven Orquesta de Pamplona (JOP), que hoy cuenta con más de 200 integrantes. Ayer, ocho años más tarde, la violinista, directora de orquesta y docente, recibió el Galardón a la Persona Joven 2025, como reconocimiento a su trayectoria musical. Pese a estar triunfando en la música, Etxeberria recordó en su discurso la difícil situación de los músicos jóvenes y destacó especialmente la baja autoestima que les caracteriza: “Nos conformamos con trabajos precarios porque eso es mejor que nada”.

La joven directora realizó sus estudios de violín en el Conservatorio Superior de Música de Navarra, se graduó como conductora de orquesta en Ámsterdam y realizó un Máster en Investigación Musical en la Universidad de La Rioja. Ahora, ha comenzado su carrera como docente. “He pasado de ser alumna a ser profesora mientras todavía soy joven. Por ello, me siento muy identificada con mis alumnos”, explicó al recoger el premio.

Etxeberria, guipuzcoana, nacida en Andoáin, hiló en su discurso un agradecimiento por partida doble a la ciudad en la que se ha criado. Así, dio las gracias a Pamplona por haberla acogido desde pequeña y por haber “sabido valorar la música en tiempos donde, aparentemente, no parece tan necesaria”. Además, declaró que la mayoría de estudiantes de enseñanzas artísticas no llegan a dedicarse a ello y denunció el problema de la vivienda, que afecta a los estudiantes de titulaciones artísticas y concluyó que “solo quieren poder vivir tranquilamente”.

Por su parte, la vicepresidenta tercera y consejera de Vivienda, Juventud y Políticas Migratorias, Begoña Alfaro, definió a Mirari como una joven con sentido crítico de la vida, que se rebela ante las injusticias y que “un día tuvo una idea, un motivo por el que luchar, y por el que, hoy en día, sigue peleando”.

La Joven Orquesta de Pamplona

La JOP también fue premiada en los Galardones de la Juventud con el Galardón a la Entidad. En el mismo año de su fundación (2017, por Mirari Etxeberria), la agrupación pasó de tener 20 a 60 integrantes. Actualmente, cuenta con más de 200 jóvenes intérpretes de alto nivel. La entidad tiene como objetivo brindar a los jóvenes músicos la oportunidad de formar parte de una gran orquesta, salida profesional que la mayoría de ellos desean alcanzar.

Iñigo Hernández Fernández de Retana, integrante de la orquesta y encargado de recoger el premio, hizo un llamamiento a seguir escuchando a las nuevas generaciones, así como ellos esperan hacer con las que vengan después. 

Hernández, en su discurso, definió la cultura como uno de los ejes vertebradores de nuestra sociedad “a través de la cual queremos aspirar a una sociedad más justa en un futuro no tan lejano”. Insistió en que la cultura, entre otras cosas, permite desarrollar un pensamiento crítico, crucial en un momento en el que “cada vez es más difícil discernir entre la verdad y los bulos”. El joven músico terminó su intervención recordando que “un pueblo sin cultura es un pueblo que está destinado a desaparecer y, aún peor, a olvidar sus errores del pasado y repetirlos. Así pues, continuemos escuchándonos y en la senda del fomento de la cultura”.

Otros premiados

Por otro lado, la Casa de la Juventud de Pamplona recibió el Galardón al Espacio JOVresaliente, una categoría innovadora que se estrena este año y reconoce la labor pionera en el país que la entidad lleva más de medio siglo realizando por las personas jóvenes. 

Mikel Armendáriz, concejal delegado de Juventud y encargado de recoger el premio, reconoció el valor de la entidad: “La Casa de la Juventud de Pamplona lleva más de medio siglo, exactamente los mismos años que llevo yo en esta vida, siendo un espacio de referencia para la juventud”. Concretamente, en 2024, fueron 73.644 los usuarios asociados al servicio y 524 las actividades que este emprendió.

El cuarto de los premios, el Galardón a la Participación Social, fue entregado a la Red Navarra de Aprendizaje y Servicio Solidario. “Estamos empeñados en dejar de hablar de la juventud como indiferente, carente de valores, indolente y hedonista para que empecemos a verla como gente que deja de ser pasiva y se convierte en ciudadanos activos, críticos, reflexivos y solidarios”, explicó Francisco Soto Alfaro, presidente de la Red.

Soto admitió que conseguir la participación de las personas jóvenes supone todo un reto, pero reconoció que los jóvenes son imprescindibles en el camino por la justicia en un mundo “lleno de claroscuros”, que debe velar por los derechos humanos de muchos colectivos.