Afaf Azanialumna de 16 años del IES Barañáin– trabajó durante dos semanas en la clínica veterinaria Lur Gorri, en la que aprendió algunas de las labores que realizan las veterinarias y enfermeras, y también las limpiezas del centro y los cobros, de forma que está “casi preparada” para sacar adelante un negocio de este calibre. “Me ha gustado mucho y lo volvería a repetir. Les comenté a mis profesores que me gustan mucho los animales y que, si no sale mi primera opción de lo que quiero ser, no me importaría tirar por este oficio”, recordó. Y dicho y hecho. Aunque todavía mantiene que le gustaría ser azafata, reconoció que esta experiencia le ha abierto una nueva puerta y, por tanto, otro campo de posibilidades para poder encontrar su vocación.

Asimismo, Afaf fue una de las representantes de los 319 alumnos y alumnas que ayer concluyeron con este programa y, en su discurso, mencionó que “ha sido una experiencia muy enriquecedora porque nos ha permitido conocer el mundo laboral y descubrir nuestras capacidades”, dijo. En ese sentido, también señaló que, como consecuencia del esfuerzo realizado, estas actividades supusieron una “prueba de madurez y responsabilidad. Qué poco valoramos las clases cuando estamos en ellas. Pero con estas prácticas nos hemos dado cuenta de que también es muy importante estar con las personas que nos apoyan, como nuestros compañeros y profesores, quienes nos hacen sentir que estamos en un espacio seguro”, concluyó.

“Gracias a este proyecto tengo claro que me gustaría trabajar en un restaurante”

Rafa Rodríguez, del IES Padre Moret. Izaro Díaz

Rafa Rodríguezalumno del IES Padre Moret de 16 años de edad– les pidió a sus profesores hacer prácticas en un sitio donde pudiera cocinar porque “mi intención es hacer una FP especializada en este campo de cara al año que viene”, contó. Fue entonces cuando le propusieron participar en el comedor solidario París 365, donde vivió una experiencia muy “gratificante y agradable. He aprendido a trabajar, a saber cómo son las relaciones porque no todos son tan majos en el trabajo, pero hay que aprender a convivir”, apuntó. En cualquier caso, a través de estas prácticas de LaborESO se ha afianzado en lo que ya sabía: “Me gustaría trabajar como cocinero en un restaurante”.