Los menores saharauis que vienen a Navarra a pasar el verano con el programa Vacaciones en Paz llegarán finalmente a la Comunidad Foral el próximo viernes 18 de julio. Los alrededor de cien niños y niñas deberían haber aterrizado el pasado 4 de julio, pero su vuelo se canceló por trabas burocráticas con la embajada.
Según detalló la semana pasada a este periódico José Ochoa, presidente de ANAS (Asociación Navarra Amigos del Sáhara), entidad que se encarga de gestionar el programa Vacaciones en Paz, el vuelo previsto para la madrugada del 4 de julio se suspendió por un problema con los pasaportes colectivos de los menores. No obstante, la situación ya se ha podido solucionar y ya ha sido reprogramado el vuelo para trasladar a los niños y niñas de Tinduf (Argelia) a Pamplona.
Este problema no ha sido exclusivo de Navarra y también se han visto afectados los vuelos a otras comunidades como Canarias, La Rioja, Cantabria, Castilla y León o Asturias. Según explicó Carol García, responsable del programa Vacaciones en Paz, con el que menores saharauis pasan el verano en familias de acogida de todo el Estado, "el pasado día 28 de junio debería haber salido el avión de Aragón, pero ya nos avisaron de que se anulaban los primeros vuelos".
Un verano en acogida
ANAS es la entidad encargada de gestionar en la Comunidad Foral el programa Vacaciones en Paz, con el que menores saharauis pasan el verano en familias de acogida de todo el Estado, lejos de las altas temperaturas que se registran en los campamentos de refugiados de Tinduf (Argelia) en los que viven.
El año pasado fueron 93 los niños y niñas que pasaron los meses de julio y agosto en Navarra, una cifra superior a la de años anteriores, pero que se sitúa por debajo de las que se registraban antes de la pandemia, cuando los menores en acogida superaban el centenar.
Este año la cifra ronda el centenar y está previsto que los menores lleguen al aeropuerto de Noáin sobre las 8.00 horas del 18 de julio, para después celebrar la recepción con las familias en el centro cívico de Orkoien.
La mayoría de niños y niñas pasarán el verano en familias de acogida, pero cerca de una veintena se alojarán en el colegio San Miguel de Orkoien, habilitado para acoger a aquellos menores que aunque no tengan familia tienen que venir por cuestiones de salud.