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89 años de la terrible matanza de Valcaldera

La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra en 1936 conmemora el viernes el asesinato de 51 presos en Cadreita

89 años de la terrible matanza de ValcalderaFERMÍN PÉREZ-NIEVAS

Fue el primer gran fusilamiento masivo en Navarra, tras el golpe de estado contra el Gobierno de la República. La Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra en 1936 (AFFNA36) celebrará este próximo viernes, 22 de agosto, el acto homenaje anual por la matanza de Valcaldera en Cadreita, que tuvo lugar el 23 de agosto de 1936.

Ese día, las autoridades militares y civiles anunciaban la puesta en libertad de 52 presos republicanos de la cárcel de Iruñea, la mayoría destacados intelectuales y dirigentes del republicanismo y el sindicalismo de Pamplona, además de seis vecinos de Obanos que, tras ser conducidos a Valcaldera por un grupo de requetés y falangistas, fueron fusilados y asesinados, salvo uno, Honorino Arteta Echarte, que malherido huyó y logró escapar de la muerte.

Al mismo tiempo, una solemne procesión recorría Pamplona (encabezada por el obispo Olaechea que fue la primera autoridad eclesiástica en denominar como cruzada al golpe de estado del 18 de julio) pidiendo fuerza y valor a las tropas fascistas y los requetés navarros, para su triunfo en el frente de batalla, y para salvar a España de la deriva republicana.

Se tiene constancia de estos hechos gracias a los testimonios de primera mano de Galo Vierge, que, en su libro Los culpables. Pamplona 1936 se hace eco de esta matanza y de Honorino Arteta, superviviente de la misma que, en un relato escrito en 1938, del que fue depositaria la familia Yarnoz Húder (familia de Marino Húder Carlosena y el de su primo Ramón Húder Ansa, asesinados en Valcaldera y obligados al exilio), narra las circunstancias de la falsa puesta en libertad de los 52 presos, la matanza y su posterior huida.

Hasta la fecha se ha manejado la cifra de 53 presos falsamente liberados de la cárcel Provincial de Pamplona para su posterior fusilamiento. La fuente documental tiene su origen en la propia prisión de Pamplona y más concretamente en los listados que se confeccionaban a diario de las personas que habían comido en prisión, un servicio que costeaba la Diputación Foral de Navarra y cuyos listados se descubrieron hace varios años. Las listas obran en el Archivo Real y General de Navarra y tras la pista dada por un investigador, fueron documentadas, digitalizadas, y puestas a disposición de quien esté interesado en consultarlas.

Pero uno de estos 53 presos que aparecen en el listado de comidas, no fue conducido a Valcaldera. Recientemente, producto de estas investigaciones y consultas, se ha descubierto este error en la relación de personas que se entendía que habían sido todas trasladadas para su fusilamiento. En ella aparece el ciudadano alemán Walter Dierchs, que prisionero desde el 14 de agosto, fue conducido el mismo día 23 al Manicomio Provincial de Navarra por enfermeros del mismo, ya que, según el parte que elabora el médico de la prisión, “el recluso presenta síntomas de enajenación mental” y conviene su traslado. Este preso fue liberado el 27 de enero de 1937 “con la condición de presentarse al cónsul de su país a los efectos de repatriación”.

En Pamplona y en Cadreita

Estos actos de recuerdo tendrán lugar este viernes 22 de agosto en dos emplazamientos declarados como Lugares de la Memoria Histórica de Navarra. El primero de ellos, en un breve acto de recuerdo y homenaje, colocaremos flores en el solar de la antigua cárcel de Pamplona, junto a la recuperada puerta, convertida en monumento memorialista en recuerdo a los represaliados del golpe de estado del 36 y del franquismo. Será a las 18.00 horas. A continuación, a las 18.15 horas un autobús para el que aún quedan plazas, saldrá del mismo lugar para que las personas interesadas acudan al acto que se realizará en Valcaldera a las 19.30 horas y que contará con intervenciones musicales y de familiares de víctimas.

Los restos humanos de estos 51 republicanos están aún en paradero desconocido pese a la incesante búsqueda que se lleva a cabo. Se sabe que de la fosa de Valcaldera, fueron trasladados en secreto al Valle de los Caídos y que el tesón y afán por recuperarlos mostrado por algunos de sus familiares, posibilitó que en 1979 retornaran a Navarra, donde, tras un homenaje dispensado en la localidad de Corella, se cree fueron inhumados en algún cementerio próximo.

Aquí se pierde la pista de los 51 cuerpos exhumados por dos veces y que parecen no poder descansar. “Quizás ya no queden vivas las personas que intervinieron en este retorno a Navarra de los restos, pero si familiares o amistades conocedores de esa historia oral. Hay que romper los silencios para conocer lo que pasó y que esta historia no sea una historia oculta. No más silencio y olvido”, afirman desde la Asociación de Familiares de Fusilados de Navarra en 1936.