El programa de detección precoz de cáncer de mama en Navarra ha recuperado poco a poco el ritmo de actividad previo a la pandemia de covid-19. El año pasado pasaron el cribado realizó un total de 46.161 pruebas, una cifra que se sitúa en niveles similares a los de 2019 (48.905) o 2018 (47.633) después de que los cribados realizadas cayesen a 30.000 anuales tras la crisis sanitaria. El confinamiento de marzo de 2020 paralizó el programa durante cuatro meses y de las 48.905 pruebas realizadas a mujeres en 2019 se tocó suelo al año siguiente con tan solo 22.471 estudios –cribado y revisiones intermedias–.

En los años siguientes el número de mujeres que pasaba por el cribado fue aumentando paulatinamente aunque lejos de las cifras prepandemia: en 2021 se efectuaron 33.004 pruebas; 35.828 en 2022; 39.232 en 2023; y ha sido en 2024 cuando las cifras han vuelto a rondar los niveles previos a la llegada del coronavirus con 46.161 cribados, según se recoge en las memorias anuales del Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN). Detrás de ese descenso –además del parón por la pandemia– está también el déficit de radiólogos que sufre Osasunbidea desde hace años y un descenso en la participación, que ha ido descendiendo año a año. Si en 2019 fue del 86,7% –y anteriormente rondando el 87-88%–, en 2021 fue del 85,6%, en 2022 del 82,8% y en 2023 –último año con datos– fue del 80,6%.

Además del descenso de la actividad, en los últimos años se han registrado retrasos en las consultas de pacientes con cáncer de mama, algo que ha venido denunciando la asociación Saray, que señalaba hace unos meses que la lista de espera para revisiones superaba los 6 meses.

479 casos en 2024

De las más de 46.000 mujeres que participaron en el cribado el año pasado, 298 fueron enviadas a unidades hospitalarias para valoración diagnóstica y posterior tratamiento, en caso de confirmación de lesión maligna, según la memoria del ISPLN de 2024. En cuanto a resultados, los últimos datos que recoge el documento son relativos al año 2023, cuando se realizaron 35.828 pruebas en el cribado, que detectaron 218 cánceres de mama, de los cuales tres de cada cuatro (75%) se encontraban en estadios iniciales (0 y I). Ese año, se registraron en Navarra 452 casos de cáncer de mama, de los que la mitad (218) fueron diagnosticados a través del cribado. De estos, 35 fueron intraductales (16%), 128 en estadio I (58,7%), 43 en estadio II (19,7%), 10 en estadio III (4,5%) y solo un caso en estadio IV. Además, el 82% de los tumores invasivos no presentaban una extensión ganglionar en el momento del diagnóstico. Asimismo, de todos los cánceres de mama diagnosticados en mujeres con edades entre 45 y 69 años en Navarra, el 85% se realizaron dentro del programa de detección precoz.

El año pasado, la cifra de diagnosticos ascendió a 479, lo que situó al cáncer de mama como el tumor más frecuente en mujeres, seguido del cáncer de colon y recto (240), pulmón (154) y cuerpo de útero (113). Según expone Salud Pública, la tasa de incidencia del cáncer de mama en mujeres ha aumentado en la última década un 10%, de 116 a 127 casos por 100.000, incremento similar al registrado en el Estado, de 120 a 131 por 100.000, y en el resto de países europeos.

Nueva unidad móvil

Por otra parte, cabe recordar que en enero de este año se puso en marcha la nueva unidad móvil de mamografías del programa de detección precoz de cáncer de mama. Desde entonces y hasta marzo de 2026 –cuando termine la vuelta número 17–, más de 30.000 mujeres empadronadas en la Comunidad Foral con edades comprendidas entre 45 y 69 años serán invitadas a hacerse una exploración en este nuevo vehículo, que ha supuesto una inversión de más de 360.000 euros. Esta nueva unidad móvil ha completado la renovación tecnológica iniciada en noviembre de 2023 con la sustitución de los 3 mamógrafos que dan servicio en la sede central de Pamplona por otros de última generación con capacidad de detección de tumores de menor tamaño.