Durante años se ha repetido la idea de que lo más saludable es comer entre tres y cinco veces al día. Sin embargo, esta recomendación no es válida para todas las personas. El nutricionista Javier Fernández Ligero (@nutriligero) explica que el cuerpo no necesita realizar tantas ingestas y que, de hecho, hacerlo puede ser contraproducente.
“Comer cinco veces al día da al intestino un trabajo continuo. No dejamos espacio suficiente para que el sistema digestivo descanse ni para que el cuerpo asimile correctamente los nutrientes”, señala el nutricionista.
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Tres comidas equilibradas al día
En la mayoría de los casos, realizar tres comidas principales (desayuno, comida y cena) es más que suficiente para mantener los niveles de energía y cuidar el metabolismo. Este patrón permite un mayor control de la glucosa en sangre, ayuda a reducir la inflamación y mejora la sensación de ligereza y bienestar digestivo. Al espaciar las ingestas, el organismo puede realizar mejor sus procesos de reparación y regeneración celular, además de favorecer la sensibilidad a la insulina.
El nutricionista añade que mantener más horas sin comer no significa pasar hambre, sino permitir que el cuerpo utilice la energía almacenada. Esto también ayuda a regular el apetito y a evitar el picoteo constante, una de las principales causas del aumento de peso y la disfunción metabólica.
No obstante, Fernández Ligero recuerda que hay situaciones en las que puede ser recomendable aumentar el número de comidas. “En personas que buscan ganar masa muscular, en deportistas o en etapas de alta demanda energética, puede ser útil repartir la ingesta calórica en cuatro o cinco tomas para facilitar la digestión y el aporte de nutrientes”, explica.
No existe una única fórmula válida para todos, pero en la mayoría de los casos, tres comidas equilibradas al día resultan suficientes para mantener el metabolismo estable, reducir la inflamación y mejorar el bienestar general.
