Como no podía ser de otra manera, la música ha sido la encargada de motivar a los asistentes de esta edición del Nafarroa Oinez, incluso cuando la lluvia parecía querer terminar con la fiesta. La mañana ha estado protagonizada por la actuación de tres de los cantantes de la serie Go!azen, que han dividido al público en dos equipos, rojo y azul, para llevar a cabo una pequeña competición que animase a los más txikis a participar.
Después del espectáculo de Xaibor, el dj, cantante y bailarín de Gernika con un talento especial para hacer que los más pequeños lo pasen bien, llegó el turno del grupo Patxi eta Konpania, que unió al público y lo puso a bailar ‘euskal dantzak’ en la zona ‘Buruz’ del evento. Con un registro similar, una hora más tarde, Korrontzi y Biziraun, en la zona ‘Bihotzez’, han continuado con el enfoque más tradicional de la música vasca. La conocida banda Motxila 21, que también ha actuado en el encuentro de ikastolas, ha interpretado el tema Mi Nombre es Leire, un alegato contra la violencia machista.
El ambiente se ha ido caldeando en el patio de la ikastola Paz de Ziganda cuando, a las cuatro de la tarde, ha comenzado la actuación de Trikidantz, que ha evitado que la pereza de después de comer asomase por las puertas del recinto. Este era uno de los conciertos más esperados ya que, como ha apuntado Olatz Palacios, estudiante de San Fermín Ikastola –centro que ha recibido el testigo para ser organizador de la entrega del año que viene– “Trikidantz canta un poco de todo, así que siempre conoces alguna canción que puedes cantar y bailar”.
Espacio de punk y rock
El tercero de los recintos del festival, la zona ‘Oinez’, ha estado convertido en el epicentro del rock y el punk vasco, al mismo tiempo que ha sido la parte favorita del día de los jóvenes que han asistido. Ya desde la propia entrada del lugar se podía intuir que allí reinaba una esencia mucho más “cañera”, a causa de las canciones interpretadas, los mensajes y cánticos difundidos e incluso por la propia actitud y vestimenta de los asistentes, cuyos ánimos han estado a la altura del espectáculo.
Traídas desde Arrasate, Oñati y Aramaixo, las guitarras de Rebel Noise han avisado al público de que comenzaba la sesión de punk. El hecho de que se tratara del tercer concierto del grupo en este fin de semana ha pasado totalmente desapercibido, ya que la banda ha interpretado, con toda su energía, algunas de sus canciones más míticas como Entzun Banezake, Nor naiz ni? o Zazpi Bekatu. Los músicos han mostrado, además, su comprometido rechazo hacia el fascismo repitiendo, entre estrofa y estrofa, “faxismoa suntsitu” (“destruir el fascismo”).
Tras un breve parón en la música y euforia, que a más de uno han dejado sin voz, Nafarroa 1512, un grupo que nació en 2010 en el municipio navarro de Arbizu, ha tomado el relevo de los conciertos. La banda, que se define a sí misma como “nacionalista, socialista, feminista y vasca”, ha jugado con el público tocando los primeros acordes de un cántico osasunista que los espectadores han coreado con clamor. De hecho, el compromiso del grupo con el equipo rojillo es tal que, en enero, le dedicaron una canción y grabaron un videoclip en su estadio, El Sadar.
Los jóvenes más animados, los que verdaderamente han ido al Oinez a darlo todo, han aguantado hasta las seis de la tarde para disfrutar de la actuación de Oihan Vega. El dj y locutor de radio se ha encargado de culminar la jornada de conciertos con una sesión de música que ha incluido temas más modernos y actuales que el público ha acogido con entusiasmo.
Comida e hinchables
La zona ‘Oinez’, aunque ha sido la evidente favorita de la juventud, también se ha organizado pensando en los más pequeños. Para ofrecerles un espacio de diversión acorde a su edad, el evento tenía instalado un toro mecánico, una plataforma barredora y un futbolín gigante que los txikis han disfrutado al máximo. Mientras, las txoznas se han encargado de la parte gastronómica ofreciendo talos y bocatas variados para recuperar fuerzas entre conciertos.