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Alerta de la "situación límite" de los Pirineos tras "un verano devastador"

La zona se está calentando un 30% más rápido que la media global

Alerta de la "situación límite" de los Pirineos tras "un verano devastador"CEDIDA

El macizo pirenaico atraviesa una “fase crítica” y es urgente identificar los riesgos y actuar para minimizar el impacto ante eventos hidro climáticos extremos que ya tienen repercusión en el territorio y en la vida de las personas que lo habitan. Así lo advierte el dictamen técnico presentado esta mañana en Toulouse por el proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, integrado por 46 entidades socias y liderado por el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático (OPCC)

La publicación del documento coincide con el 15º aniversario del OPCC, una iniciativa transfronteriza de cooperación territorial en materia de cambio climático de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos. En él, las principales entidades científicas y administrativas de Cataluña, Aragón, Navarra, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra especializadas en la temática de riesgos, lanzan un llamamiento urgente para acelerar la acción climática en las zonas de montaña ante los crecientes riesgos y exponen 16 recomendaciones para activar la prevención y preparar el territorio ante mega incendios y fenómenos naturales desfavorables.

La lista, detallada al final de la nota de prensa, incluye medidas tan diversas como el mantenimiento del paisaje agrosilvopastoral en mosaico frente al abandono y la falta de relevo generacional (diversificación de los usos del suelo), la reactivación del uso agroganadero extensivo a escala regional, o el cambio en la concesión de ayudas y pagos al sector primario, ligando estos pagos al número de cabezas o hectáreas. También plantea el desarrollo de protocolos de emergencias forestales y de seguridad y combate ante la piroconvección (fenómeno meteorológico extremo que ocurre cuando las intensas columnas de aire caliente generadas por un incendio forestal o una erupción volcánica crean nubes de tormenta).

Poner el conocimiento y la experiencia al servicio de la sociedad

El dictamen técnico alerta de que los Pirineos se están calentando un 30 % más rápido que la media global, con un aumento de 1,9 °C desde 1960, y que los efectos ya son visibles en la proliferación de macro incendios ysequías extremas. Factores climáticos que se ven exacerbados por el abandono rural, que a su vez reduce la capacidad de respuesta del territorio. Las recomendaciones específicas que plantean parten de la experiencia de proyectos previos y de la reflexión de los 46 socios en el proyecto europeo LIFE-SIP Pyrenees4Clima; en concreto, en las experiencias en terreno ejecutadas desde 2024 a través de 33 casos piloto demostrativos. El objetivo del dictamen también es poner a disposición del territorio su conocimiento científico y experiencia.

Las 23 firmantes del “Dictamen ante los riesgos naturales climáticos en los Pirineos” describen el verano de 2025 para la península ibérica y el sureste de Francia como “devastador”, con dos olas de calor consecutivas que batieron récords y desencadenaron incendios con un comportamiento inédito, por lo que es urgente tomar medidas preventivas. Según datos del sistema europeo EFFIS/Copernicus, el fuego ha arrasado más de un millón de hectáreas en la Unión Europea y, de ellas, 400.000 en España, el 40 % del total europeo. Estos nuevos incendios, denominados de sexta generación, son “autónomos y convectivos”, capaces de generar sus propias tormentas y de modificar las condiciones atmosféricas. “Son prácticamente imposibles de detener”, señala el dictamen. Además -advierte-, los modelos climáticos proyectan un incremento del peligro meteorológico de incendios en el espacio pirenaico transfronterizo, de que estos sean más largos y de que generen tormentas de fuego.

Abandono rural y cambio climático, dos caras de una misma moneda

Ante este escenario, el informe pide una transformación estructural del paisaje que permita reducir el riesgo y fortalecer la resiliencia del macizo. Plantea recuperar los mosaicos agro-silvo-pastorales, reactivar la ganadería extensiva y adaptar la gestión forestal. Plantean, además,que se reconozca profesionalmente la labor de pastores, silvicultores y brigadas rurales, incorporándolos a la estrategia de prevención. “El abandono rural y el cambio climático son dos caras del mismo problema. Donde antes había gestión, ahora hay combustible”, recoge el texto.

El documento también reclama una coordinación transfronteriza real ante emergencias y gestión de zonas de mayor riesgo, con la creación de un Protocolo Pirenaico de Incendios Forestales que unifique la respuesta en cooperación entre España, Francia y Andorra, y una plataforma común de datos climáticos en tiempo real para anticipar olas de calor, sequías y fenómenos extremos. En la misma línea, plantea adaptar los calendarios de vigilancia y extinción a las nuevas temporadas de riesgo. En paralelo, aboga por aplicar Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) para restaurar suelos degradados y reducir la escorrentía y la erosión tras los incendios. Estas medidas, subrayan los autores, no son teóricas: son acciones inmediatas, viables, y necesarias.

Baja percepción social del riesgo

El informe insiste en que el cambio climático no puede afrontarse de forma aislada. El abandono de las actividades agropastorales tradicionales, unido a la falta de gestión forestal, ha generado una continuidad vegetal que multiplica el riesgo de incendios y agudiza sus efectos negativos. A ello se suma la baja percepción social del riesgo: entre el 80 % y el 95 % de los incendios en la región pirenaica y pre pirenaica tienen origen humano, la mayoría causados por quemas agrícolas no autorizadas, conflictos de uso o negligencias. La comunidad científica, académica e institucional pide reforzar la educación ambiental, la formación técnica y la creación de redes de voluntariado forestal y local.

El proyecto LIFE-SIP Pyrenees4Clima, cofinanciado por la Unión Europea, desarrolla la Estrategia Pirenaica de Cambio Climático (EPiCC), adoptada por Cataluña, Aragón, Navarra, Euskadi, Nouvelle-Aquitaine, Occitanie y Andorra, y defiende que solo una gobernanza multinivel, capaz de conectar ciencia, territorio y ciudadanía, podrá garantizar la seguridad y la habitabilidad de las montañas.

La emergencia climática no conoce fronteras. Solo con cooperación transfronteriza, gobernanza local activa y financiación estable podremos garantizar un futuro habitable en los Pirineos”, concluye el documento, que cita las palabras de Marie Curie como mensaje final: “Nada en la vida debe ser temido, solo comprendido. Ahora es el momento de comprender más, para temer menos”.

Las 16 recomendaciones específicas que recoge el “Dictamen ante los riesgos naturales climáticos en los Pirineos” son:

  1. Priorizar la estructura del paisaje en mosaico.
  2. Reactivar y asegurar el uso agroganadero extensivo a escala regional.
  3. Promover cambios en la concesión de ayudas y pagos al sector primario tanto de la PAC como de recursos estatales y regionales.
  4. Implementar un “Protocolo Pirenaico de Emergencias Forestales”, con interoperabilidad en datos meteorológicos, cartografía y comunicación de crisis.
  5. Desarrollar protocolos específicos de seguridad y combate ante piroconvección con carácter transfronterizo e interadministrativo.
  6. Priorizar la capacitación de profesionales y personas voluntarias en el ámbito local o supramunicipal.
  7. Mantener un sistema pirenaico de alerta temprana con datos de alta resolución y validación local.
  8. Adaptar los calendarios de vigilancia y extinción a nuevas temporadas de riesgo.
  9. Establecer planes de gestión forestal integrados a escala de paisaje, con criterios comunes transfronterizos y participación activa de propietarios y actores locales.
  10. Crear planes municipales de autoprotección multirriesgo.
  11. Favorecer el uso del ganado extensivo en el mantenimiento de las infraestructuras de protección de incendios.
  12. Puesta en marcha de proyectos piloto con rebaños concejiles, vecinales y sistemas mixtos.
  13. Aplicar Soluciones Basadas en la Naturaleza (NBS) y fomentar el rol protector de las nuevas plantaciones.
  14. Implementar programas oficiales de formación reglada y de educación ambiental permanente.
  15. Puesta en marcha de una gobernanza multinivel a escala local, regional y pirenaica.
  16. Poner en marcha un sistema de aprendizaje basado en compartir experiencias post-eventos