Más de 12.200 docentes de 305 centros ya se han formado en coeducación en NavarraUnai Beroiz
El programa Skolae, que se puso en marcha en Navarra en el curso 2017-18 y que durante este tiempo ha estado rodeado de polémica por la resistencia de algunas familias, avanza con paso firme en el camino hacia la igualdad y el buen trato, y en contra de cualquier tipo de discriminación. En la actualidad, más de 12.200 docentes de 305 centros escolares se han formado en coeducación. Esto significa que más del 85% de los centros no universitarios públicos y concertados tienen (o están en proceso de tenerlo) su Plan de Identidad Coeducadora. El reto para los próximos años, remarcan desde el Departamento de Educación, es culminar su implantación en todos los centros de enseñanza (escuelas infantiles, escuelas municipales de música, enseñanza de adultos, conservatorios, escuelas de idiomas...) y adaptarlo a las nuevas realidades, como el impacto que la Inteligencia Artificial y las redes sociales.
La apuesta del Gobierno de Navarra, a través del Departamento de Educación, por el modelo coeducativo es clara. Y Skolae es el programa elegido para consolidar un modelo de escuela que prevenga todo tipo de violencias sexistas y elimine las desigualdades entre hombres y mujeres.
Hasta el momento, más de 12.200 docentes de 305 centros están en Skolae. De ellos, 226 han completado ya las cinco fases y 79 se encuentran en proceso. De la muestra total ,en la que se incluyen diferentes centros de enseñanzas, suponen el 61% pero si nos ceñimos a centros educativos de Infantil y Primaria (3-12 años), Secundaria y FP el porcentaje supera el 85%.
Otro de los datos que constatan la fuerza de Skolae es que desde su inicio hasta hoy, del total del profesorado en activo, un 76% ha certificado la formación individual inicial, el 37% ha finalizado la formación individual de profundización y el 60% la formación grupal.
Itinerario formativo y diseñar un plan de coeducación
Los centros que se incorporan a Skolae adquieren el compromiso de crear un grupo impulsor y nombrar a una persona coordinadora de coeducación, de finalizar el itinerario formativo y de desarrollar el Plan de Identidad Coeducadora. Asimismo, estos centros deben participar en redes de coeducación y por último evaluar el proceso de transcformación coeducativa a través de la herramienta de guía y evaluación Skolae.
El programa consta de 5 fases. En el primer curso se imparte a todo el claustro docente la formación Skolae I (12 horas) y en el tercer curso, la formación Skoale II (otras 12 horas). En los cursos pares, los centros crean grupos de trabajo y en función del diagnóstico se elabora el Plan de Identidad Coeducadora en base a ocho objetivos de aprendizaje, entre los que están la conciencia crítica para hacer frente a la desigualdad de género, la prevención de todas las violencias contra mujeres y niñas o la educación afectiva sexual saludable y respetuosa con la diversidad.
Por último, la última fase que se desarrollaría en un quinto curso consiste en la evaluación del programa en dicho centro.
Empezar en etapas tempranas
La implantación del programa Skolae no ha sido fácil y su obligatoriedad ha generado ciertas resistencias. Pero el Departamento de Educación, asegura la responsable de la sección de Igualdad y Convivencia, Itziar Irazabal, tiene claro que su presencia es necesaria y está contento con el impacto que está teniendo. “Skolae está consiguiendo que los centros en los que se ha implementado se haya generado esa cultura coeducativa. Con su obligatoriedad tenemos claro que todos más o menos van a hablar de coeducación y esto nos parece clave porque hoy en día no hablar de coeducación es asumir o tolerar los discursos y situaciones violentas que escuchamos a diario, ”, afirma.
Tras el pilotaje en 16 centros iniciado en el curso 2017-18, la expansión del programa tuvo lugar en los dos cursos siguientes con la incorporación de casi 200 centros. En los siguientes cursos se fueron sumando una media de una quincena de centros por año. “Consideramos importante empezar desde las etapas tempranas, que empiecen a escuchar algunas cuestiones realcionadas con la igualdad entre hombres y mujeres, con el buen trato y la no violencia”, reconoce Irazabal.
Objetivos
- Conciencia crítica. Para hacer frente a la desigualdad de género y responsabilidad para el cambio.
- Autonomía personal. Para la sostenibilidad de la vida en todas sus dimensiones
- Empoderamientp personal. Liderazgo y capacidad para la toma de decisiones.
- Educación afectivo sexual. Positiva, saludable y respetuosa con la diversidad.
- Expectativas individuales.
- Prevención de todas las violencias. Contra mujeres y niñas
- Cultura coeducativa.
226 centros skolae. A día de hoy 226 centros han culminado las cinco fases de Skolae y 79 están en proceso
Así, una vez culminada su presencia en la práctica totalidad de centros de Infantil y Primaria e IESO (sin Bachillerato), el próximo reto del Departamento de Educación es finalizar el despliegue en la etapa de Secundaria y FP, y generalizarlo en las escuelas infantiles. De hecho, han empezado ya con los siete centros de 0-3 años que dependen del Gobierno de Navarra pero queda un centenar de ámbito municipal. “En las primeras etapas, en Infantil, hablamos, sobre todo, de cómo nos relacionamos, de aprender a decir que no y aceptar que te digan que no”, explica Irazabal. Asimismo falta por llegar a otras etapas como escuelas de música, idiomas, adultos...
El programa Skolae, tal y como indica la responsable del Departamento, “no es estanco” y sus propuestas didácticas se adaptan a las distintas edades así como a las nuevas realidades que van surgiendo. “Ahora estamos incidiendo en dos temas que están relacionados entre sí: la Inteligencia Artificial y todo lo referente a manipulación de imágenes para hacer daño y las redes sociales y los referentes en los que se fijan”, asevera.
Programa piloto en educación sexual
Una de las cuestiones que se repiten en la evaluación del programa es que el profesorado considera insuficiente la formación que recibe en educación afectivo sexual. “Nos han trasladado que no es tiempo suficiente para abordar este tema y que se sienten inseguros”, reconoce Irazabal.
De ahí que el Departamento de Educación haya decidido poner en marcha un nuevo programa piloto en 12 centros educativos para dar mayores competencias al profesorado en educación sexual. “Hemos contratado a seis sexólogas externas para que, además de dar formación al profesorado y familias, tenga presencia en el día a día en los centros. Ellas no van a entrar al aula sino que van a enseñar y acompañar al profesorado. Se trata de que si tienen alguna consulta sepan que pueden contar con ese asesoramiento especializado”, zanja.
“Tenemos una generación de jóvenes muy formada, pero que está acostumbrada a tolerar mucha violencia”
“Estamos ante una generación de jóvenes muy formada, pero al mismo tiempo está acostumbrados a tolerar mucha violencia. Son super reivindicativos, enseguida están dispuestos a denunciar comportamientos, pero luego nos llegan casos a la Asesoría de Convivencia en los que ante una situación intolerable había mucha gente alrededor viendo lo que ocurría sin hacer nada”. Itziar Irazabal, responsable de la sección de Igualdad y Convivencia, asegura que está es la “foto” de la población adolescente y juvenil de Navarra y tiene clara cuál es la respuesta que debe dar el Departamento de Educación. “Debemos empezar a enseñarles desde pequeños qué es violencia y los distintos tipos de violencia. Porque a veces parece que si no hay golpe no hay violencia y, sin embargo, pueden estar haciendo mucho daño”, asegura.
Licenciada en Psicología, Irazabal reconoce que es clave trabajar “codo con codo” con las familias. “No hacemos nada si ellas transmiten una serie de valores y la escuela otros. Los objetivos deben ser compartidos y de esta forma hemos planteado el programa piloto de educación sexual. Formamos al profesorado y a las familias con las mismas dinámicas para que se aborden las dudas e inquietudes. Se trata de ir avanzando poco a poco, pero todos en la misma dirección”, afirmó.
Ahora bien, quiere dejar bien claro que “la escuela nunca va a poner en duda los valores de la familia sino que tiene que ser un lugar donde se abran espacios para hacernos preguntas, para ver otras realidades, pero no buscamos convencer a nadie de nada. Somos muy respetuosas”.
Preocupación por lo referentes y los discursos de ultraderecha
La responsable de Educación reconoce los avances vividos en el terreno de la igualdad entre hombres y mujeres gracias al movimiento feminista, pero se muestra preocupada por la aparición de “movimientos de jóvenes, especialmente en entornos rurales, que van en contra de todo lo que relacionado con el feminismo”.
Un movimiento que Irazabal asocia a los a los referentes que tienen los chavales, muchos con discursos cercanos a la ultraderecha, que están calando sobre todo entre los varones “Hemos estado muchos años viviendo en una sociedad en la que ellos estaban empoderados y las mujeres no tenían nada que decir. Ahora hemos tomado la palabra y algunos hombres sienten que les estamos comiendo espacio y se están uniendo para recuperar lo que consideran suyo”, reflexiona esta psicóloga, que añade que “la gran mayoría no está en esa posición y está muy perdido”.
Las adolescentes, añade, “también tienen referentes peligrosos relacionados con violencia estética (temas de skin care o dietas Disney) o el fenómeno Tradwife que les anima a que sus novios estén bien atendidos”.
Por último, Irazabal advierte de que hoy en día “parece que ya no está tan mal visto como antes decir que eres machista, racista u homófobo” y aboga por contraponer estas actitudes en las aulas. “Debemos escucharles. Me estás diciendo que eres machista u homófobo, ok, la escuela te escucha, pero te confronta con otra realidad para que pienses y te preguntes por qué. Ese debe ser su papel. Debemos dar herramientas para que sepan cómo pedir ayuda para no dejarse influenciar por el grupo, algo propio de esas edades”, concluye. .