Juan Carlos I no se arrepiente de su pasado y espera que españoles comprendan lo que hizo
El rey emérito admite errores, reivindica su papel en la Transición y expresa su deseo de regresar cuando sea posible
El rey Juan Carlos I reconoció en una entrevista a France 3 que cometió "errores", pero dijo que no se arrepiente de su pasado y tampoco tiene remordimientos o intenta "no tenerlos", aunque si pudiese volver atrás tendría más cuidado. En cualquier caso, espera que los españoles comprendan lo que hizo.
"Yo, realmente, he servido a España y a los españoles y a veces no he prestado atención a mi familia. Espero que me perdonen y que los españoles comprendan lo que he hecho", dijo el monarca al hacer balance de los momentos más destacados de sus 39 años de reinado (1975-2014), con motivo de la publicación en Francia a principios de mes de su libro de memorias "Reconciliación".
El rey emérito reivindicó una vez más su paternidad de la Constitución española, su papel clave en la transición democrática, su relación con Francisco Franco, con su hijo Felipe VI, con su padre Juan de Borbón y otros personajes históricos, y respondió de forma telegráfica a las preguntas sobre los escándalos económicos y amorosos que salpicaron la última parte de su reinado.
"Todos los hombres comenten errores y todo el mundo los comete", se justificó, pero preguntado por el periodista franco-luxemburgués especializado en Historia, realeza y patrimonio Stéphane Bern, sobre si se arrepentía de algo, Juan Carlos I respondió con un escueto "no".
"¿Y remordimientos?", continuó el también director del programa "Secretos de la Historia", cuyo último capitulo se titula "Juan Carlos, ¡Gloria y Exilio!" y también se emitió hoy, el rey emérito aseguró: "No, intento no tener ninguno".
Cuestionado a renglón seguido sobre "si tuviera que volver a hacerlo, ¿tendría más cuidado?", Juan Carlos I declaró: "Sí, naturalmente".
Su mayor deseo
Desde Abu Dabi, donde se grabo al entrevista, Juan Carlos I dijo que su mayor deseo es que su hijo, Felipe VI, al que calificó de "buen rey" y con el que mantiene "muy buena" relación, tenga "éxito y que España esté bien gobernada", pero indicó que está en "un momento muy difícil" por la situación política internacional y "hay que apoyarlo".
Aseguró que mantienen una relación "muy buena" y que se comunica con él. Admitió, no obstante, que le gustaría "verle más y con más frecuencia con sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía".
Volviendo a su abdicación el 18 de junio de 2014, el monarca consideró que fue la mejor solución por sus limitaciones físicas -"No me imagino, sobre todo en España, a un rey con muletas"- y por su convencimiento de que "siempre es mejor tener un rey más joven".
Sobre su marcha a Abu Dabi, en agosto de 2020, explicó que se trataba de dejar a su hijo "libre" y "tranquilo para hacer su trabajo y reinar", ya que si hubiese seguido en España cree que "quizás podría haber sido un estorbo".
Su relación con Franco
Juan Carlos I reveló en la entrevista que Francisco Franco conocía sus ambiciones democráticas y que cuando le preguntó si le ayudaría para el futuro, el dictador le respondió que tendría que hacerlo él y que lo único que le pidió en su lecho de muerte fue mantener la unidad de España.
Preguntado sobre si en algún momento sintió ser objeto de rivalidades entre Franco y su padre, Juan de Borbón, el rey emérito respondió: "Sí, a veces, tenía la impresión de ser como una pelota de ping pong".
Y confesó que sintió que traicionaba a su padre cuando aceptó ser rey, pero de Juan de Borbón destacó que fue "un consejero fantástico y un amigo después", en su edad adulta. "Lo quise muchísimo, y tengo una sensación de que me ha acompañado desde entonces", añadió.
De ese período final del franquismo, el soberano develó que el dictador chileno Ausgusto Pinochet le pidió seguir "como Franco" cuando éste falleció, pero que él hizo "lo que los españoles verdaderamente querían".
"Nunca dudé" durante la transición democrática
"Nunca dudé" durante la transición democrática, afirmó Juan Carlos I, quien aseguró que lo importante durante ese periodo fue "no tener miedo", "avanzar y ser valiente".
En ese camino hacía la democracia tuvo una alusión especial para el cardenal Vicente Enrique de Tarancón, quien le ayudó "mucho" con un discurso en el que decía "que había que abrirse al futuro", así como al que fuera presidente de las Cortes (1975-1977), Torcuato Fernández-Miranda, y el presidente del gobierno (1976–1981), Adolfo Suárez. No tenían "un plan", dijo, pero juntos intentaron "hacer bien las cosas".
El rey emérito se refirió también al líder comunista, Santiago Carrillo: "Era un verdadero amigo y un verdadero colaborador".
Otro momento clave de su reinado fue el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, del que destacó su discurso televisado para defender la Constitución y dar "una sensación de seguridad a los españoles".
"No había autoridad civil. Entonces lo pude hacer militarmente (...) Porque realmente tenía autoridad moral sobre los militares. Siempre estuve cerca de ellos y realmente veían en mí a un líder", dijo sobre su orden de defender el orden constitucional.
Finalmente, espera volver, pero dice que está bien en Abu Dabi, y que dependerá "de la situación y del momento".
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