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Navarra activa el plan de actuaciones preventivas por bajas temperaturas

Estará operativo hasta el 31 de marzo | El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, que coordina este plan, destaca que en el invierno 2024-2025 se notificaron ocho casos de hipotermia

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El Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN) ha activado el Plan de Prevención de los Efectos en Salud de las Bajas Temperaturas en Navarra. Este plan que tiene como fin reducir el impacto del frio en la salud de la población, se ha puesto en marcha siguiendo la aprobación del Plan Nacional que el Ministerio de Sanidad inició ayer coincidiendo con el comienzo del mes de diciembre. 

El frío intenso afecta negativamente a la salud, tanto de forma directa, provocando cuadros de hipotermia y congelación, como indirecta, debilitando la respuesta inmune, agravando enfermedades crónicas, aumentando el riesgo de caídas en el exterior y de accidentes de tráfico, así como de incendios e intoxicaciones por monóxido de carbono.

Los efectos de las bajas temperaturas no suelen ocurrir de una forma tan aguda y repentina como en el caso de las temperaturas elevadas. Sin embargo, también generan consecuencias negativas para la salud que son necesarias vigilar y prevenir.

Zonas meteosalud

Este año, como novedad, el Ministerio de Sanidad ha calculado las temperaturas mínimas umbrales ¬–temperatura a partir de la cual se constata un impacto en la salud de la población y, por tanto, se emiten alertas sanitarias– por zonas meteosalud. Concretamente, para la Vertiente Cantábrica es de -4,0°C; para el Pirineo Navarro, -4,4°C; para el Centro de Navarra, -3,1°C; y para la Ribera del Ebro, -1,4°C.

El plan, que se enmarca en el Plan Estratégico de Salud y Medio Ambiente (PESMA), contempla tres niveles de alerta y la asignación de los mismos se realiza desde el Ministerio de Sanidad con una metodología específica teniendo en cuenta la predicción de temperatura mínima del día en cuestión y de los dos días siguientes. Así, dependiendo de esos niveles de riesgo, se establecen las distintas acciones para la prevención y el control.

El ISPLN recuerda que, para evitar las situaciones de riesgo más frecuentes asociadas al frío, es conveniente proteger a los grupos en situación de vulnerabilidad ante el frío, como son las personas sin hogar y las que sufren pobreza, en especial cuando esta se manifiesta en la forma de pobreza energética. Asimismo, también a inmigrantes en situación de precariedad, personas que trabajan al aire libre, personas mayores, personas con ciertas enfermedades crónicas, mujeres gestantes, recién nacidos y lactantes, personas que toman medicamentos que pueden potenciar los problemas derivados de la exposición al frío, personas con movilidad reducida, desnutridas, con agotamiento físico, en situación de intoxicación etílica o que practican deportes al aire libre.

En 2024-2025 no hubo alertas sanitarias

En general, el invierno pasado no fue especialmente frío. Aunque no se emitió ninguna alerta, en periodos de bajas temperaturas se enfatizaron los mensajes dirigidos a la población para prevenir consecuencias en la salud.

De hecho, en la temporada invernal 2024-2025 se comenzó a vigilar la morbilidad asociada al frío registrándose ocho notificaciones de casos de hipotermia, tres en mujeres y cinco en hombres. Los factores de vulnerabilidad en estos casos fueron: consumo crónico de alcohol, vivir en la calle y edad avanzada. También se registraron 178 casos de reacciones dermatológicas, principalmente sabañones, seguido de dermatitis y prurito por frío.

Recomendaciones

Por todo ello, para prevenir los efectos de las bajas temperaturas sobre la salud, el ISPLN recomienda:

  • Informarse sobre las previsiones meteorológicas antes de salir de casa.
  • Llevar varias prendas ligeras superpuestas mejor que una sola de tejido grueso.
  • Extremar la precaución en caso de hielo en las calles y utilizar calzado adecuado para evitar caídas.
  • En el exterior, respirar por la nariz y no por la boca.
  • Tomar una alimentación variada. Beber líquidos, sobre todo agua y bebidas calientes.
  • Tener en cuenta que algunos medicamentos pueden potenciar los problemas derivados de la exposición al frío, consultar en la farmacia.
  • Seguir las recomendaciones de vacunación de las autoridades sanitarias.
  • Si utiliza braseros o chimenea, ventilar la estancia con frecuencia para evitar la acumulación de monóxido de carbono (CO). Apagar las estufas eléctricas y de gas durante la noche.

En el ámbito laboral, empresas y administraciones públicas deben identificar y evaluar el riesgo de exposición a bajas temperaturas, en especial, durante los trabajos al aire libre, con el fin de aplicar medidas preventivas específicas que reduzcan los efectos negativos del frío en la salud de la población trabajadora