Navarra es, junto con la Comunidad Autónoma Vasca (CAV), el territorio del Estado con una mayor prosperidad, al conjugar niveles altos de ingresos y calidad de vida con tasas de pobreza y exclusión social bajas. Es la principal conclusión en clave foral del IX Informe Foessa, un macroestudio impulsado por Cáritas que se publica cada dos o tres años y que ofrece una fotografía de la situación socioeconómica del Estado, donde la entidad alertó de que se está viviendo “un proceso inédito de fragmentación social”.

Pero en el caso de Navarra, la situación es más halagüeña. Según el estudio –en el que han trabajado varios investigadores de la UPNA–, la tasa de exclusión social en Navarra era en 2024 del 13,1%, 2,5 puntos porcentuales menos que en 2018, cuando el porcentaje era del 15,6%, lo que se traduce en un descenso del 16% en seis años.

Esta bajada –con la pandemia de la covid-19 de por medio– sitúa a la Comunidad Foral de Navarra como el tercer territorio del Estado con menor exclusión social, solo superada por la CAV (11,8%) y Galicia (12,7%).

Más concretamente, en este periodo los navarros con integración plena han bajado del 53,1% de 2018 al 50,7% actual, mientras que quienes tienen una integración precaria han aumentado del 31,3% al 36,3%. Asimismo, las personas en situación de exclusión moderada han bajado del 9,4% al 6,9%, pero los navarros en exclusión severa repuntan ligeramente, pasando del 6,2% en 2018 al 6,3% actualmente.

Repunta la exclusión severa

En este sentido, el informe matiza que, aunque Navarra es una de las siete comunidades en las que se ha reducido la exclusión social, en las formas severas se ha registrado un repunte. Este incremento de las personas en una situación socioeconómica más extrema en un territorio como Navarra –con un nivel alto de ingresos– provoca una mayor desigualdad en los ingresos de la población.

El Informe Foessa cuantifica esa desigualdad económica a través del índice de Gini, una medida estadística que va de 0 (igualdad perfecta) a 1 (desigualdad extrema). Un valor más cercano a 1 indica una mayor concentración del ingreso, mientras que un valor cercano a 0 significa que los ingresos se distribuyen de manera más equitativa. Navarra presentaba en 2022 un índice de Gini de 0,3, el quinto valor más alto entre las comunidades, solo superada por Madrid, Andalucía, Canarias y Comunidad Valenciana. Aun así, Navarra se mantenía por debajo de la media estatal, fijada en 0,32.

Prosperidad inclusiva en Navarra

En sus conclusiones, el Informe Foessa reconoce que hay una gran desigualdad territorial entre comunidades y destaca positivamente a Navarra y la CAV. De ambas, los autores del estudio subrayan su “prosperidad inclusiva”, ya que “están entre las comunidades autónomas de mayor riqueza y con un nivel más alto de calidad de vida, a la vez que tienen tasas comparativamente reducidas de exclusión social”.

En el caso de la Comunidad Foral de Navarra, esto se ha conseguido gracias al refuerzo e impulso del escudo social, con una Renta Garantizada que presenta una de las mayores coberturas del Estado, y siendo una de las pocas comunidades que asumió la gestión directa del Ingreso Mínimo Vital (IMV) desde su creación en 2020.

Por otra parte, el estudio evidencia la “escasez restrictiva” de comunidades como Canarias, Andalucía o Murcia, que presentan “un sistema productivo menos desarrollado” que se traduce en una menor calidad de vida y un mayor nivel de exclusión social. En los casos de Cantabria o Castilla y León, los autores llaman la atención sobre la “escasez inclusiva”, donde “un nivel de riqueza producida moderadamente baja en términos comparativos se traduce en una calidad de vida alta y en niveles de exclusión social muy por debajo de la media”.

Por último, la Comunidad de Madrid es la que sale peor parada en el informe, por ser ejemplo de “riqueza ineficaz”. “El caso de Madrid es el que posiblemente mejor ilustre cómo, en ocasiones, un nivel alto de producción de riqueza –el mayor del Estado– no se traduce en una mejora de la calidad de vida de la ciudadanía, alcanzando niveles altos de exclusión social para su nivel de renta”, concluyen los autores.