Como versa una de las canciones más populares del grupo musical Vetusta Morla, Donostia está viviendo sus "Días raros". La ola de calor que viene azotando Gipuzkoa está provocando una serie de sucesos singulares. El último de ellos, aunque se desconoce con exactitud si dicho incidente está relacionado o no con el sofocante calor, ha sido el descarrilamiento del Topo en su trayecto entre Amara y Anoeta. Por suerte, no ha habido que lamentar heridos graves.
Así las cosas, el servicio ferroviario de Euskotren entre las estaciones de Amara y Anoeta ha tenido que ser interrumpido a primera hora de la tarde de ayer debido a la salida de un tren de la vía. El incidente tuvo lugar hacia las 15.00 horas, cuando el Topo circulaba por el paseo de Errondo, en concreto a la altura de la calle Amezketa.
Se está investigando si el accidente puede deberse a la dilatación de los raíles por las altas temperaturas que han azotado durante todo el día a la capital guipuzcoana, en la que ha sido la última jornada de esa ola de calor que se ha prolongado durante varios días.
La zona afectada fue acordonada por los miembros de la Ertzaintza y la Policía Municipal, mientras los técnicos trabajaron a pie de vía para solucionar el problema lo antes posible y que la circulación recobrara la normalidad. Hasta ese momento, todos los servicios de Euskotren vieron alterados sus horarios, ya que la frecuencia fue de 30 minutos en todas las líneas, replicando el horario que tienen los fines de semana, y ha seguido así hasta concluir la retirada del tren accidentado.
Diversas dotaciones de los servicios de emergencia se desplazaron también hasta el lugar de los hechos, atendiendo a las personas afectadas, aunque el Ayuntamiento informó de que no había que lamentar heridos. Eso sí, seis viajeros tuvieron que ser atendidos en el lugar por equipos sanitarios a causa de dolores cervicales y lumbares. Los pasajeros del tren accidentado fueron trasladados a otro para seguir su trayecto.
La galerna alivió un día bochornoso en Gipuzkoa
La galerna entró a media tarde por la costa de Gipuzkoa, lo que trajo consigo el ansiado descenso de las temperaturas después de una jornada abrasadora en todo el territorio, con temperaturas que han rozado los 43 grados en algún punto del interior y que han superado los 40 en la costa, valores muy altos e inusuales por mucho que nos encontremos en pleno verano.
El citado viento del norte, además de vaciar las playas hizo que estos registros bajaran de los 30 grados en la costa, aliviando el ambiente.
La ola de calor que se ha vivido desde mediados de la semana pasada en Gipuzkoa vivió el lunes su jornada más bochornosa, sobre todo en la costa, donde ni siquiera la brisa alivió la sensación de calor, algo que sí había sucedido en los días previos.
