“Un bonachón, un cacho de pan”. Así definen sus familiares a Gorka Barbarin Elizalde, el vecino de Pamplona fallecido en la madrugada del viernes al sábado.

Gorka estaba divorciado y era padre de tres hijos: Javi –hijo de su primera mujer pero al que cuidó como suyo–, Naiara y Suan; y era el pequeño de cinco hermanos: Idoia, ya fallecida, Alejandro, Alfonso y su hermano gemelo, Eskari. Su familia recibió la noticia a primera hora de la mañana de este domingo, cuando les avisaron del fatal accidente. Sus padres, Alejandro y Ana María, también habían fallecido.

Su profesión era la de fontanero, labor que ejercía como autónomo, aunque “siempre ha sido un buscavidas” y también había trabajado como camarero hace años. No obstante, ya llevaba “media vida” entre cañerías, fregaderos y lavabos.

Sobre sus cualidades, sus seres queridos destacan de él que era una persona “jatorra”, y que aunque “tenía sus prontos, como todos”, era “muy buena persona”. “Quien lo conocía bien sabía que si necesitabas algo, él se volcaba en ayudarte”, subrayan.