Broma sin gracia alguna dirigida a extender el miedo entre las mujeres o verdaderos intentos de sumisión química, el caso es que el Gobierno Vasco se ha tomado muy en serio la oleada de pinchazos en los espacios de ocio. El Ejecutivo vasco ya se ha reunido con profesionales de la Judicatura –Juzgados de Guardia– de Osakidetza, la Ertzaintza y el Instituto de Medicina Legal para atender de forma coordinada a las posibles víctimas y esclarecer lo que se esconde detrás de una práctica importada de Francia, que se detectó por primera vez en los últimos sanfermines y que en lo que va de verano se ha cobrado 150 víctimas en todo el Estado, todas mujeres en un contexto festivo.

Con doce pinchazos denunciados, Euskadi es tras Catalunya (con 20 pinchazos) la segunda comunidad autónoma en la que se han registrado más agresiones machistas de este tipo después de las cuales que no se produjeron ni robos, ni delitos contra la libertad sexual. A pesar de que algunas de las víctimas vascas han afirmado haber sufrido síntomas compatibles son la sumisión química, como mareos o dolor en la zona de la inyección, ninguno de los análisis practicados ha dado positivo en droga. Aun así los especialistas advierten de que no deja de ser una práctica peligrosa ya que la aguja reutilizada podría trasmitir alguna enfermedad contagiosa o el pinchazo dañar una zona sensible del cuerpo de la mujer.

Dispositivo de seguridad

La respuesta coordinada frente esta moda que, evidentemente, atenta contra el derecho de las mujeres a salir con tranquilidad a la calle involucra también a la Asociación de Municipios Vascos (Eudel). Y más cuando la mitad de los municipios vascos disfruta de sus fiestas patronales y en nada comienzan las semanas grandes de las tres capitales. Ayer, sin ir más lejos, el alcalde de Donostia Eneko Goia, manifestó su “preocupación” por el “fenómeno” de los pinchazos y aseguró que desde el Ayuntamiento estarán “especialmente atentos” ante estas agresiones. “Claro que estamos preocupados por ese fenómeno que está apareciendo de los pinchazos, una preocupación que se suma a lo que son agresiones sexuales y sexistas y nos exigirá estar especialmente atentos a esta cuestión”, señaló. En esa línea, Goia avanzó que hoy se celebrará la reunión de la Junta de Coordinación de Seguridad entre la Ertzaintza y la Guardia Municipal de Donostia de cara a preparar el dispositivo de Seguridad de la Semana Grande y “este tema, a buen seguro, estará encima de la mesa”. El alcalde presidirá, junto a la directora de la Ertzaintza, Victoria Landa, la citada Comisión de Coordinación Policial, encuentro en el que también participarán el jefe de la Ertzaintza, Josu Bujanda, y el concejal de Seguridad Ciudadana, Martin Ibabe, junto a otros mandos policiales.

Por su parte, el Movimiento Feminista de Gasteiz acaba de presentar su protocolo antiagresiones para las fiestas de La Blanca 2022. El movimiento alertó del aumento de las agresiones contra mujeres y personas de sexo disidente, coincidiendo con la reapertura de los espacios festivos. “Estas agresiones no se han de entender como un hecho aislado, sino más bien como la punta del iceberg del sistema cishetereopratrialcal en el que estamos insertas”, aseguran. “Las mujeres tenemos todo el derecho a estar vivas, a ser libres y a divertirnos dónde, cómo y en el horario que queramos. Porque los bares, las noches, como las calles, también son nuestras”. E insisten: “Tenemos derecho a vivir y disfrutar sin miedo. Ante las agresiones, hacemos un llamamiento a la organización de la autodefensa feminista con plena legitimidad. Seguiremos construyendo, cuidándonos y protegiéndonos entre nosotras. Por un modelo festivo que ponga en el centro el placer de todas”.

Llamamiento “a la calma”

El lunes también, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, hizo un llamamiento a “la calma y la prudencia”, al tiempo que condenó “sin paliativos” lo que describió como “una nueva forma de violencia hacia las mujeres, que, en ningún caso puede constituir un retroceso” en sus libertades y “una vuelta al miedo, que es la verdadera amenaza”. Artolazabal se expresó así en la presentación de la actualización de la Guía para impulsar procesos locales de prevención de la violencia machista durante las fiestas, en el que se ha incluido también la sumisión química.

Artolazabal defendió “el derecho a ser libres y a divertirse” como quieran. “Las fiestas, la calle y la noche también son nuestras”, añadió. La consejera volvió a instar, tanto a mujeres como a hombres, a convertirse en “agentes activos” en la defensa de la igualdad. En caso de sentir un pinchazo, dijo que, en primer lugar, hay que llamar al 112. “La víctima no debe quedarse sola. Si siente que su estado de conciencia se ve alterado, debe ser conducida a un centro de salud, además de interponer la pertinente denuncia ante la Ertzaintza.