Hinchas del Racing de Santander y del Real Oviedo han protagonizado este mediodía en el centro de Santander algunos disturbios con el lanzamiento de bengalas y de sillas y mesas de la zona de bares de la capital cántabra, sin que se hayan registrado, por el momento, ni heridos ni detenciones.

En los disturbios, que han tenido lugar en Cañadío y en la calle Peña herbosa, han intervenido aproximadamente en torno a medio centenar de hinchas, según ha informado a Europa Press la Policía Nacional.

Los incidentes han sido, según la Policía, "atajados de raíz" por los integrantes de la Unidad de Intervención Policial, que contaba con agentes tanto de Santander como con "refuerzos" llegados desde Asturias. Por ahora, según la Policía, la situación está "controlada".

Los enfrentamientos han tenido lugar unas horas antes de que ambos clubes se enfrenten, a partir de las 17:30 horas, en partido liguero en Los Campos de Sport de El Sardinero, un encuentro declarado de "alto riesgo" por la rivalidad entre ambas hinchadas.

En una publicación en sus redes sociales, el Racing de Santander ha expresado su condena "a los actos violentos" ocurridos esta mañana y ha recordado a sus aficionados "la importancia de que haya fair play dentro y fuera del terreno de juego".

"Todos queremos disfrutar hoy de un día de fútbol en El Sardinero", ha concluido en su publicación el Racing, que había confiado en que la cordialidad reinara entre las dos aficiones.

LA AFICIÓN OVIEDISTA, REFUGIADA EN ESTABLECIMIENTOS HOSTELEROS

La afición del Real Oviedo se vio sorprendida por un grupo reducido de ultras del Racing de Santander que irrumpieron en la calle donde estaba aglutinada la mayor parte de los seguidores visitantes, que se refugiaron en los establecimientos hosteleros para evitar un lluvia de bengalas y sillas que duró sólo unos minutos, los que tardó en intervenir la policía.

Pese a que el partido había sido declarado de alto riesgo por parte de las autoridades, los 1.200 aficionados del Real Oviedo que se desplazaron a Santander para el choque de su equipo ante el cántabro lo hicieron sin control policial, por lo que la mayoría de la masa azul optó por aglutinarse en la calle Peña Herbosa para comer antes de acudir a El Sardinero, han indicado los seguidores azules.

Fue entonces cuando un grupo reducido de ultras del Racing, ataviados de negro y con pasamontañas la mayoría, irrumpieron en la calle por uno de los extremos de la misma y comenzaron un lanzamiento de sillas, mesas y bengalas que acabó con varias personas con cortes, quemaduras y magulladuras, también trabajadores de los propios establecimientos que en ese momento se encontraban atendiendo en las terrazas.

Tras la sorpresa inicial, algunos aficionados azules respondieron de igual manera al lanzamientos de objetos pero fue la intervención de la policía minutos después la que puso fin al incidente, sucedido al poco de llegar la afición carbayona a la zona y para estupor de todos los presentes, entre los que había también niños y seguidores de avanzada edad que afirmaron haber visto volar también piedras.

Las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado interrogaron a la afición azul sobre la posibilidad de que fuese un enfrentamiento pactado, algo que negaron los aficionados afectados, y para evitar nuevos incidentes estableció un perímetro de seguridad más férreo en torno a los seguidores carbayones tras comprobar que no había daños personales graves.

La indignación fue la respuesta común mostrada tanto por los hosteleros locales como por los aficionados visitantes que, tras el susto vivido durante esos minutos, se mantuvieron en esa misma calle consumiendo en los negocios afectados por los altercados.