Agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Navarra identificaron la pasada semana al conductor de un vehículo, un varón de 31 años, que trasportaba en el mismo a una pasajera, que iba sentada en la parte trasera.

Los agentes observaron gran nerviosismo en el conductor, al que preguntaron a dónde se dirigía, indicando que se dirigía a llevar a una amiga a una entrevista de trabajo. En ese momento la pasajera manifestó a los agentes que no lo conocía de nada y que eso no era verdad. Ante estas contradicciones y dado el estado de nerviosismo del conductor, se les tomó manifestación por separado para aclarar la situación.

La pasajera manifestó a los agentes que había contratado el viaje a través de una conocida plataforma de compra venta

La pasajera aseguró que había contactado con el conductor a través de una conocida página de compra-venta en la que estaba anunciado como taxi, donde acordaron el precio por el viaje, creyendo en todo momento que se trataba de un servicio debidamente autorizado.

Una vez recabada toda la información por los agentes, y tras comprobar que no tenía ningún tipo de licencia ni autorización para prestar este tipo de servicio, se procedió a formularle un boletín de denuncia a la Ley Foral 09/2005 del Taxi, a su artículo 59. En este artículo viene contemplado como infracción muy grave “la realización de servicios de taxi careciendo de la preceptiva licencia, autorización o visado de las mismas.”, en el que se contemplan sanciones de hasta 2.600 euros.