El dolor por el asesinato vicario del pequeño Mateo Apestegui, de 7 años, planeó este miércoles durante toda la jornada por Estella-Lizarra e Igúzquiza. Fue una jornada de asimilación y también de duelo. Especialmente en espacios como Lizarra Ikastola, el centro en el que estudiaba el pequeño que ha dejado una huella intensa que se mantendrá con fuerza en los cientos de compañeros y compañeras de la ikastola. “Seguimos como ayer atendiendo las indicaciones de la asociación por el duelo Goizargi”, comentaba el director del centro, Joseba Tristán. “Estamos recogiendo el sentir y las palabras de nuestro alumnado para acogerlos y ofrecer el mejor acompañamiento posible”.

El acompañamiento también se hizo extensible a las familias de la comunidad escolar “ver cómo podemos tratar y ayudar en este proceso mediante una serie de pautas e indicaciones”.

Entrada a Lizarra Ikastola este jueves. Javier Bergasa

Tras el homenaje íntimo del pasado miércoles por la tarde, donde se creó un altar en el frontón en recuerdo al pequeño Mateo, Lizarra Ikastola no realizó más actos de homenaje. “Nuestra prioridad es la de respetar el espacio de duelo de la familia y acompañar de la mejor manera posible a nuestra comunidad educativa, alumnado, familias y profesorado en este proceso tan doloroso”. Ha finalizado el director del centro tras una dura jornada en la que el proyecto educativo abrió el espacio a las necesidades de un momento tan intenso como el que se ha vivido.