Fue una situación dantesca. Tres perros de grandes dimensiones que habían quedado encerrados en el maletero enrejado de un Audi A6, lo que provocó que incluso los peatones que transitaban por el lugar y quedaron alarmados por la escena rompieran las ventanillas del coche y ello no sirviera para nada porque los perros estaban inaccesibles tras una reja. Sin agua ni ventilación durante dos horas en un aparcamiento a pleno sol, en un día de febrero en el que el cielo estaba despejado y le daba de lleno al vehículo.

Los propietarios de los tres perros, franceses de 61, 41 y 36 años de edad, habían estado con ellos dando un paseo por la mañana y decidieron estacionar el coche para comer en una venta de Urdax. La sobremesa se les alargó. Accedieron al local a las 13.20 horas, a las 15.30 horas empezaron a avisar por megafonía que se buscaba con urgencia al conductor de un Audi para que acudiera a abrir el vehículo ante la situación agonizante de los animales y no fue, según testigos, hasta 40 minutos más tarde, cuando estas tres personas salieron del establecimiento hostelero. Dos perros de raza pastor belga Malinois murieron pese a los intentos en vano de reanimación. Una tercera, una cane corso (mastín italiano), pudo sobrevivir y reside ahora feliz en el refugio de animales Trikuharry de Urdax, donde fue atendida desde el inicio.

Los tres ciudadanos franceses fueron condenados por estos hechos, calificados como un delito leve de abandono animal porque en el momento en el que ocurrió el suceso el Código Penal tenía una legislación más benevolente para castigar este tipo de delitos. Se les impusieron en el Juzgado de Instrucción número tres de Pamplona tres condenas de multa de 1.350 euros a cada uno de ellos y tendrán además que indemnizar en materia de responsabilidad civil al Ayuntamiento de Urdax con 258, 378 y 915 euros, respectivamente, por las facturas que el Consistorio abonó al veterinario que trató a los animales. Igualmente, los acusados, que ni siquiera comparecieron a la vista oral por estos hechos, quedaron inhabilitados durante seis meses para el ejercicio de cualquier profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y su tenencia.

Rescatados en una situación agónica

El suceso ocurrió el 12 de febrero de 2023, al mediodía, después de que tras dar un paseo los tres investigados dejaran a sus respectivos perros en el maletero del coche y se fueran a comer. La sentencia refleja que cuando finalmente los perros pudieran salir al exterior estaban inmóviles, en estado inconsciente y agonizantes. Fue un agente del Seprona de la Guardia Civil que se encontraba fuera de servicio el que inició las maniobras de reanimación y ante la gravedad del estado que presentaban los canes fueron trasladados al refugio de animales de Urdax. 

Allí, a través de una videollamada con el veterinario de guardia, este fue ofreciendo las instrucciones precisas para estabilizar a los perros, si bien, al no presentar mejoría, fueron trasladados por decisión del alcalde de Urdax a la clínica veterinaria. Una vez allí, se pudo comprobar que habían sufrido un golpe de calor generado por estrés al encontrarse confinados en un habitáculo mal ventilado y con privación de acceso a agua que derivó en un shock inducido por calor con implicación orgánica y otra serie de lesiones. 

Dos de los perros (los pastores Malinois) fallecieron finalmente, uno de ellos de manera fulminante tras entrar en coma y sufrir un edema pulmonar, y el otro por un fallo multiorgánica. La otra perra, la cane corso, sobrevivió a pesar de que parecía que estaba sufriendo también un edema pulmonar. Recibió el alta de la clínica ocho días después y fue trasladada al refugio de animales.