La banda delictiva que arrestó la Policía Foral en los pasados Sanfermines por el robo de móviles a gente que dormía en sus vehículos estacionados en el parking de la Plaza de Toros de Pamplona ya ha terminado su recorrido judicial. Aquella nueva modalidad de hurto, hasta ahora no detectada en Pamplona, se le imputó a tres ciudadanos de origen brasileño y que residían en Barcelona.

Aunque de inicio fueron detenidos los tres, uno de ellos se encuentra en paradero desconocido, a otro se le retiró la acusación antes del juicio por no haber quedado suficientemente acreditada la identificación que se hizo del mismo y su participación en los hechos y finalmente ha sido condenado un tercero, de 30 años y hermano del anterior acusado que fue absuelto, a una pena de un año de prisión por un delito continuado de hurto.

La sentencia se dictó de conformidad entre la Fiscalía y la defensa en el Juzgado de lo Penal número 3 de Pamplona y el acusado deberá indemnizar con 1.295 euros a las dos víctimas a las que sustrajo el teléfono cuando dormían en sus coches con la puerta abierta. Además, debido a que la pena es de solo un año de cárcel, la Fiscalía retiró la solicitud de expulsión del país y se acordó la suspensión de la pena de cárcel durante tres años y medio, a condición de que en dicho periodo de tiempo no cometa hecho delictivo alguno, a que pague el dinero correspondiente con la responsabilidad civil y a que cumpla 72 días de trabajos en beneficio de la comunidad.

Los hechos sucedieron en el parking de la Plaza de Toros

La resolución refleja que el acusado, cuyas iniciales son L.R.S., en compañía de otras personas, se encontraba en la madrugada del 9 de julio (de sábado a domingo) en los Sanfermines de Pampplona y que accedieron actuando de común acuerdo al parking subterráneo de la Plaza de Toros de Pamplona con la finalidad de apoderarse de terminales móviles, teniendo cada uno de ellos asignada una función.

Así, sobre las 3.35 horas de la madrugada, uno de ellos se acercó al vehículo Citroen C3 donde una mujer extranjera se encontraba durmiendo en su interior y tras mirar por la ventanilla continuó su camino. Entonces se acercó al lugar uno de los componentes de la banda, quien se apoderó de un Iphone 12, valorado en 485 euros, sin necesidad de emplear fuerza o violencia alguna puesto que la puerta del vehículo estaba abierta.

Poco después, sobre las 3.41 horas, actuando del mismo modo, el acusado se acercó a otro vehículo aparcado en el que había otra mujer durmiendo dentro sin la puerta cerrada. Fue entonces cuando se apoderó de un Iphone 14 valorado en 810 euros y los tres hombres que fueron detenidos abandonaron juntos el aparcamiento a las 3.44 horas por la rampa de acceso de vehículos de la calle Aralar.

Esta última víctima pudo geolocalizar su teléfono en Zizur, localidad donde se había alojado uno de los procesados junto a otras dos personas, en un hostal del 6 al 9 de julio. Al condenado se le arrestó junto a otros dos varones el mismo 9 de julio, a las 21.30 horas, cuando se dirigían al parking de Baluarte. En su poder tenían la tarjeta de la habitación donde estaba el móvil robado.

La investigación efectuada por la Brigada de Policía Judicial Norte activó varios dispositivos de vigilancia en parkings como el de la Plaza del Castill y el de la avenida Carlos III para dar cuanto antes con los autores de los hurtos.