Asegura que no dudó ni un momento en acceder a la petición que creía que le realizaba su hijo mayor a través de WhatsApp. “Papá, necesito que me hagas una transferencia urgente a este número de cuenta porque no me funciona la aplicación del banco. En cuanto funcione, te devuelvo el dinero”. Fue el mensaje aproximando que recibió allá por agosto del año pasado este vecino de Tudela, de 68 años. 

Aunque el remitente era un número de teléfono que no tenía guardado en la agenda de su móvil, no sospechó de la estafa y llamó a su entidad bancaria para ordenar el movimiento de 2.990 euros. “Cuando un hijo te pide ayuda, no pones reparos. Se aprovechan de que somos buenos padres y madres”, explica al otro lado del teléfono.

Tras esa primera transferencia, el hombre escribió al que creía que era su hijo para confirmarle el pago. “Me respondió que no le había llegado el dinero y que le urgía, que le hiciera otra transferencia a otro número de cuenta. Así que volví a llamar al banco”. En este caso la trabajadora de su entidad bancaria, después de traspasar otros 2.990 euros, intentó confirmar el movimiento bancario con la entidad receptora de la transferencia y fue cuando se descubrió el engaño. “Me llamó y me dijo que el dinero no había llegado. Que era una estafa. Se te rompe el corazón, pero inmediatamente fui a la Guardia Civil a poner una denuncia”.

Después de meses de investigaciones, han sido imputadas cuatro personas y bloqueada más de la mitad del dinero, 3.340 euros. “No me importaría no recuperar nada del dinero si detuviesen a todos los estafadores que hay detrás para que no le pase a nadie más. Porque a mí afortunadamente no me rompen la vida, pero si este dinero se lo quitan a un jubilado, le hacen un faena”, concluye este vecino de Tudela, no sin antes recomendar que “nadie haga casos de whatsapps de números desconocidos y que nadie dude en denunciarlo si le pasa algo así”.