La mujer del empresario navarro Daniel Valdés Araiz, creador de la primera empresa navarra dedicada a la inversión en criptomonedas y quien se encuentra en prisión provisional desde hace 20 días acusado de una estafa que podría rondar los 8 millones de euros, ha declarado este jueves en el juzgado de Instrucción 4 de Pamplona que investiga el asunto que ella desconoce cualquier actividad relacionada con bitcoins, que no sabe nada de este ámbito. Además, aunque existan a su nombre 44 cuentas en distintas entidades bancarias, aseguró ayer ante el juez que todas las finanzas las manejaba su marido, ahora encarcelado. Al ser cuestionada por el motivo de disponer de semejante cantidad tan relevante de actividad financiera, la investigada respondió que su marido tenía un problema con la Seguridad Social y no podía tener cuentas a su nombre.

La mujer, que respondió a preguntas de todas las partes personadas en la causa, recibía en gran parte de esas cuentas bancarias el dinero que los inversores por la estafa de las criptomonedas depositaban en un fondo denominado Índice, el supuesto depósito de inversión en bitcoins  en el que los agentes policiales, pese a las múltiples carteras encontradas en el MetaMask (un gestor de monederos virtuales) de Daniel Valdés, “no se ha hallado rastro de criptoactivos que cubran ese importe”. Por ahora, las denuncias presentadas en la Policía Nacional superan la centena y alcanzan el 1,3 millón de euros. Los investigadores atribuyen a la esposa del investigado las labores de gestión administrativa y de contabilidad. En un archivo denominado Septiembre 2024, se puede observar que el fondo de inversión en Índice contaría en la actualidad con 264 inversores con un importe agregado de unos 7,7 millones de euros (se supone que es la cifra resultante de inversiones y rendimientos que reportaba el investigado a sus clientes). De ahí que los agentes concluyan que “se tenga la sospecha de que el fraude puede afectar a un número mucho más alto de personas que aún no han denunciado”.

La mujer es socia mayoritaria de la empresa APP de Transporte Urbano, deudora de 419.000 euros a la Hacienda Foral y propietaria de la empresa Nexxyo Labs, que desarrollaba un videojuego, bitcoins y los fondos en criptomonedas. Pese a su presencia en la firma, la investigada afirmó en el juzgado que todo lo gestionada su marido, que ella no mandaba ningún reporte a los clientes y que, de hecho, Valdés usaba también su WhatsApp para responder desde el móvil de ella a los clientes que preguntaban por la devolución de los fondos de índice. Tampoco dijo saber nada de una importante transferencia de más de 300.000 euros realizada este año desde una de sus cuentas a la empresa APP de Transporte Urbano y, de hecho, en un momento dado de la declaración, dijo que nunca había trabajado en la misma y que ni siquiera había estado en la oficina. En una ocasión su marido le dijo que las cosas en la empresa iban mal y que iba a tener que despedir a alguien.