Los dos jóvenes de origen argelino integrantes del grupo criminal organizado a los que se persigue por la comisión de 200 delitos y que quedaron en libertad en la noche de este jueves por orden del Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, que a su vez envió a prisión a los que se considera los tres máximos responsables de la banda, tendrán casi vedado el acceso al Casco Viejo de la capital navarra después de que la jueza dictara una orden de alejamiento de los dos investigados respecto a siete establecimientos hosteleros.
Por parte de la Fiscalía también se solicitó que se dictara la misma protección respecto a los centros de salud de Ermitagaña y Rochapea, y respecto a una farmacia del centro de Pamplona, donde al parecer acudían a menudo para obtener algunos medicamentos (tipo tranquilizantes) para su posterior venta a otros miembros del grupo. No consta sin embargo que el alejamiento de estos dos investigados afecte a estos centros sanitarios.
No pueden acercarse a menos de 300 metros de 7 locales y de sus responsables
El auto de la jueza que pone en libertad a estos dos jóvenes decreta su alejamiento de 300 metros de distintos locales de hostelería que frecuentan en la calle Calderería, Plaza del Consejo, cuesta de Labrit y Navarrería. La medida cautelar de prohibición de acceso a estos locales viene acompañada también por la prohibición de cercarse a los propietarios de dichos locales. En la resolución judicial consta que "todos estos hosteleros confirman que llevan muchos años sufriendo robos, hurtos y amenazas por parte de los investigados y que se sienten atemorizados, porque esta gente los tiene plenamente identificados sabiendo incluso cuál es su familia y domicilio".
La resolución explica que existen indicios suficientes de la realidad de los hechos denunciados por parte de los cinco investigados, los tres en prisión y los dos que quedan en libertad, que implican una situación de peligro merecedora de protección, dice la jueza. Y es que los investigados "cometen delitos de muy distinta naturaleza de modo concertado siendo que las víctimas y denunciantes han manifestado tener miedo, por cuanto en los locales quitan las etiquetas de los objetos sustraídos, se pelean, amenazas y los amedrentan cuando tratan de impedir tales comportamientos en sus locales".