La fiscal ha mantenido este martes su acusación por un delito de asesinato en grado de tentativa para dos jóvenes que han sido enjuiciados en la Audiencia Provincial de Navarra por el acuchillamiento en agosto de 2024 en la Rochapea de otro varón, que la semana pasada ingresó en la cárcel como supuesto cabecilla del grupo criminal desarticulado por la Policía Foral y la Policía Municipal de Pamplona la semana pasada. 

Mientras que la fiscal solicita que sean condenados a 10 años de prisión, las dos abogadas defensoras solicitaron su libre absolución al considerar que la principal prueba de cargo –la declaración de la propia víctima–, carecía de credibilidad. Esta persona llegó a cambiar el lunes su versión de los hechos y negó que uno de los dos acusados, que lleva en prisión provisional casi once meses, le hubiese acuchillado.

Presente en los hechos

A pesar de ello, la representante del Ministerio Fiscal incidió ayer en considerar a los dos acusados culpables de la agresión con arma blanca sufrida por Mourad Korichi en la calle Garde. “Los dos estuvieron presentes en el lugar de los hechos”, subrayó la fiscal, minimizando el hecho de que el propio denunciante se desdijese de su declaración en la Policía Municipal y en el juicio sólo atribuyese las cuchilladas a uno de los dos procesados.

La fiscal incidió en que en la vivienda en la que fueron detenidos los dos jóvenes, instantes después de los hechos, la Policía encontró dos cuchillos en el fregadero de la cocina, uno de los cuales tenía restos biológicos de uno de los dos acusados y de la víctima del acuchillamiento.

Por su parte, las dos abogadas defensoras reclamaron la puesta en libertad provisional inmediata de los dos acusados al hacer hincapié en el cambio de la declaración realizada por la víctima. “Su versión es inverosímil”, dijeron, para recalcar que los hechos habían ocurrido como habían relatado los acusados. “Mi cliente fue la víctima, no el autor”, subrayó la letrada que representa al supuesto autor material del acuchillamiento.