La presa supuestamente estrangulada hasta la asfixia en la cárcel de Pamplona a manos de su compañera de celda, Margarita Munilla, en noviembre de 2021 había solicitado a la dirección del centro penitenciario dejar de ser la interna de apoyo de la supuesta autora de su muerte, Milagros Jiménez, porque no estaba “cómoda” con ella. 

En la segunda jornada del juicio por el tribunal del jurado que se celebra en la Audiencia Provincial de Navarra, el instructor de la investigación llevada a cabo por la Policía Nacional, sobre la muerte ocurrida en la noche del 7 al 8 de noviembre de 2021 en el centro penitenciario de Santa Lucía, ha declarado que el mismo día 7 de noviembre la fallecida había formalizado una “instancia manuscrita” en la que pedía cesar como presa apoyo de la acusada, dentro del programa de prevención del suicidio en el que se había incluido a la acusada de asesinato por haber llevado a cabo un intento autolítico días antes.

Al respecto, el policía nacional ha explicado que Margarita “tenía una pareja sentimental y en un papel iba escribiendo lo que hacía, para enviarle después una carta” y una de esas cartas “fue encontrada inacabada en un bolso con efectos que pertenecían a la acusada”. En ella figuraba que la fallecida “no estaba a gusto con Milagros”.

La agente de la Policía Nacional que transcribió las cartas que la fallecida dirigía a su pareja, correspondientes a los tres días previos a su muerte, ha expuesto que relataban su vida cotidiana en prisión y también expresaba “las ganas que tenía de salir de prisión para estar con él, de verle, de estar con él”. Asimismo, aseguraba en ellas que “no se sentía cómoda con su compañera de celda y que prefería estar sola, pero que se sentía obligada”.

El funcionario que gestionó la citada instancia en la que la fallecida pedía no seguir siendo la presa de apoyo de la acusada ha declarado que la propia Margarita “me la entregó y le di curso legal. La entrega por la tarde, se gestiona y se resuelve al día siguiente”, es decir, con posterioridad al fallecimiento. “No me comentó nada más. Si pasa algo grave hablamos con el jefe de servicio. En este caso le dimos un curso ordinario”, ha afirmado el funcionario.