La violación grupal en la casa de los horrores de la calle Jarauta, un piso okupado del número 13 en el que se cometieron delitos durante meses de toda índole, ha conocido seis años después la sentencia firme. Y ratifica ahora el Supremo lo que dictaron en su día los tribunales navarros, que la violación de tres hombres a una joven en aquel inmueble sórdido, con una condena por agresión sexual a tres procesados.
Los recursos que presentaron los procesados han sido desestimados al considerar al Alto Tribunal que los argumentos de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra, y a continuación del TSJN, fueron suficientes y bien probados. De esta forma se condena a Gorka P.G., Pachi L.C. y Cristophe G.F. a 6 años de prisión a cada uno de ellos por un delito de abuso sexual con acceso carnal, en el que se les ha aplicado la atenuante de drogadicción.
En la propia causa se les absolvió de la acusación que se mantenía contra ellos también como cooperadores necesarios en los abusos cometidos entre ellos y se absolvió igualmente a un cuarto acusado, que fue juzgado por agresión sexual y al que le pedían 9 años de cárcel.
La condena de cárcel lleva aparejada una orden de alejamiento durante diez años, así como una medida de libertad vigilada durante seis años, y a indemnizar a la víctima con 50.000 euros por los daños morales.
Los encausados negaron en el comienzo del juicio haber cometido los abusos y agresiones sexuales denunciados y manifestaron que los hechos fueron consentidos. Sin embargo, debido a las pruebas videográficas de las cámaras de la calle en la que se le veía a la joven víctima en un estado de evidente embriaguez y practicamente inconsciente, desbarató los argumentos de los acusados, que manifestaron que ella controlaba sus actos en todo momento. Nada de eso era así.
Los sucesos denunciados ocurrieron el 4 de abril de 2019 cuando sobre las 5.30 horas, el acusado Gorka P. se encontró con la víctima, comenzaron a conversar y aprovechando el estado de embriaguez que ella presentaba, le ofreció llevarle a su casa, siendo ésta un edificio okupa de la calle Jarauta número 13 de Pamplona. El acusado y la joven fueron al inmueble, un edificio repleto de multitud de personas siendo muchos de ellos toxicómanos. En junio de ese mismo año, a continuación de estos hechos, el edificio fue tapiado por operarios del Ayuntamiento de Pamplona.
Cuando el acusado Gorka P. y la víctima llegaron al interior del inmueble, los acusados Pachi L. y Cristophe G. conocieron a la joven, consumieron todos juntos más alcohol y sustancias estupefacientes, de tal modo que el estado de la mujer se agravó, encontrándose de forma evidente y notoria, en estado de embriaguez y muy afectada por las drogas y el alcohol.
Se aprovecharon de su inconsciencia
Los acusados, conscientes del estado de influencia etílica que presentaba la víctima por las sustancias que le habían dado y de que era incapaz de prestar un consentimiento válido para mantener relaciones sexuales, sin que ella en ningún momento hubiese consentido las mismas, ya que se encontraba con la conciencia y la voluntad anuladas o gravemente disminuidas, subieron al piso 5º derecha del inmueble, y con ánimo lascivo y libidinoso, la desnudaron y abusaron de ella uno detrás de otro.
En un momento dado, la víctima recuperó la consciencia de su estado, se percató que estaba semidesnuda, sin ropa de cintura para abajo, sin sujetador y sin zapatos, vestida solo con una camisa; y constató el lugar donde se encontraba: en una habitación donde había un sofá, con dos varones desconocidos desnudos, sin pantalones, que consumían marihuana.
A continuación, los acusados llevaron a la mujer a una habitación en el tercer piso, en cuyo interior se encontraba el también acusado J.A.J.M., donde ella permaneció durante tiempo indeterminado. La Audiencia absolvió sin embargo del delito de agresión sexual que se le im-putaba a este procesado y entiende que no se ha podido acreditar que ac-tuara con violencia e intimidación.