Fueron 11 horas en la casa de los horrores, un lugar tenebroso repleto de drogas, alcohol y potenciales delincuentes. El juicio por una violación grupal ocurrida en un edificio okupado en el número 13 de la calle Jarauta de Pamplona se inició este lunes en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Navarra con la declaración de los cuatro acusados, a los que la Fiscalía pide entre 6 y 9 años de prisión. Los encausados negaron en el comienzo del juicio haber cometido los abusos y agresiones sexuales denunciados y manifestaron que los hechos fueron consentidos.

En los próximos días habrá más testigos, peritos y forenses en las vistas que quedan del juicio oral, además de la declaración de la víctima. El Ministerio Público reclama para G.P.G. siete años de prisión por abusos sexuales, para P.L.C. pide 6 años y 4 meses y para C.G.F. solicita 9 años y 4 meses de cárcel. Para el cuarto acusado, J.A.J.M., este por el delito de agresión sexual, la Fiscalía exige 9 años de prisión.

Los sucesos denunciados ocurrieron el 4 de abril de 2019 cuando sobre las 5.30 horas, el acusado G.P.G. se encontró con la víctima, comenzaron a conversar y aprovechando el estado de embriaguez que ella presentaba, le ofreció llevarle a su casa, siendo ésta el edificio okupa de la calle Jarauta número 13 de Pamplona.

El acusado y la joven fueron al inmueble, un edificio ocupado por multitud de personas y muchos de ellos son toxicómanos. En junio de ese mismo año, a continuación de estos hechos, el edificio fue tapiado por operarios del Ayuntamiento de Pamplona.

Cuando el acusado G.P.G. y la víctima llegaron al interior del inmueble, los acusados P.L.C. y C.G.F. conocieron a la joven, consumieron todos juntos más alcohol y sustancias estupefacientes, de tal modo que el estado de la mujer se agravó, encontrándose de forma evidente y notoria, borracha y muy afectada por las drogas y el alcohol.

Los acusados, conscientes del estado de embriaguez que la víctima presentaba, que era incapaz de prestar un consentimiento válido para mantener relaciones sexuales, sin que ella en ningún momento hubiese consentido las mismas, ya que se encontraba con la conciencia y la voluntad anuladas o gravemente disminuidas, subieron al piso 5º derecha del inmueble, y con ánimo lascivo y libidinoso, la desnudaron y abusaron de ella uno detrás de otro.

En un momento dado, la víctima recuperó la consciencia de su estado, se percató que estaba semidesnuda, sin ropa de cintura para abajo, sin sujetador y sin zapatos, vestida solo con una camisa; y constató el lugar donde se encontraba: en una habitación donde había un sofá, con dos varones desconocidos desnudos, sin pantalones, que consumían marihuana.

A continuación, los acusados llevaron a la mujer a una habitación en el tercer piso, en cuyo interior se encontraba el también acusado J.A.J.M., donde ella permaneció durante mucho tiempo indeterminado.

La joven -recalca el escrito de Fiscalía- se encontraba muy mal físicamente, sin fuerza, desganada, con una sensación de resaca y agotamiento muy intenso, sola, asustada, con desconocimiento de lo que había pasado con anterioridad, y estuvo en dicha habitación durante mucho tiempo, mientras el acusado J.A.J.M. jugaba a la consola, manipulaba marihuana y varias personas entraban y salían de la estancia.

Durante ese tiempo, dicho encausado agredió físicamente a un chico en relación a deudas por sustancias estupefacientes; forzó sexualmente a otro chico por las mismas razones, sin que conste denuncia y ocurrió todo en presencia de la víctima.

"Ahora te toca a ti"

En un momento dado, el acusado se dirigió a la mujer, que se encontraba muy asustada e intimidada, sola en un lugar extraño para ella, en muy mal estado físico y mental, sin capacidad para consentir relaciones sexuales debido a la ingesta de bebidas alcohólicas y drogas…, y le dijo "Ahora te toca a ti...", y con ánimo lascivo, y sin que ella consintiese ningún acto, sin que se resistiese de ningún modo, sin que dijese que no, pero con su libertad coartada a consecuencia de lo acontecido con anterioridad, por el lugar donde se encontraba, por las personas que le rodeaban…., la agredió sexualmente.

Después, la joven, tras este hecho permaneció, en las mismas malas condiciones, en dicha estancia durante todavía más tiempo; conoció a otra mujer, habitante asimismo del inmueble okupa, que se ocupó de ella, la cuidó, la llevó a otra estancia, la puso a dormir, acompañándole finalmente a su domicilio en Pamplona.

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Ambas salieron del inmueble sito en la calle Jarauta 13 minutos antes de las 16:30 horas.

Como consecuencia de estos hechos, la víctima presenta un diagnóstico de trastorno de estrés postraumático y en la actualidad está recibiendo tratamiento psicológico con evolución favorable en la recuperación de su estabilidad psíquica.