pamplona - Agentes de Policía Municipal desalojaron durante la tarde de ayer un inmueble en la calle Zapatería, señalado por los vecinos como uno de los supuestos narcopisos del Casco Viejo de Pamplona. En el piso (el edificio es propiedad del Ayuntamiento) encontraron a un único ocupante, que fue expulsado. Durante el día de ayer, según señalaron desde el Área de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Pamplona, los agentes municipales realizaron otras intervenciones en un piso de la calle Descalzos, también señalado como punto de venta de drogas como la heroína. Todos los ocupantes del inmueble salieron por voluntad propia y fueron identificados. Según las mismas fuentes, el operativo policial abortó otra intervención en el piso de Zapatería durante la mañana, fue llevada a cabo por la tarde.

Además el Ayuntamiento de Pamplona remitió ayer el atestado del altercado ocurrido la madrugada del viernes al sábado, a consecuencia del cual resultó herido el propietario del bar Katu, ubicado en la calle Jarauta, tras una paliza propinada por un grupo de habitantes de otro narcopiso situado en el número 13 de la misma calle, a escasos metros. El tabernero fue encontrado inconsciente por una vecina y sobre un charco de sangre.

Tras este altercado se desató una protesta a las 22.30 horas del sábado en la que decenas de personas se concentraron bajo el inmueble exigiendo la expulsión de sus ocupantes y más seguridad contra el tráfico de drogas. Durante el acto se produjeron momentos de tensión, cuando los manifestantes intentaron expulsar a los ocupantes por la fuerza, que fueron evitados por la intervención de agentes de Policía Municipal desplazados hasta el lugar. Hasta el momento, el agredido no ha interpuesto denuncia.

otras denuncias En abril, una joven denunció haber sido víctima de una violación grupal en el piso del número 13 de la calle Jarauta y, recientemente, se convocó una concentración de vecinos, colectivos, comerciantes y hosteleros de la calle Jarauta y del resto del Casco Viejo en la que acusaron a los ocupantes de causar inseguridad en el barrio y vender drogas.

Otro de los incidentes más graves registrados en ese mismo el inmueble ocurrió el pasado 29 de mayo, cuando agentes de Policía Nacional detuvieron a dos de los supuestos okupas como presuntos autores de los delitos de amenazas graves con arma blanca y de allanamiento de morada contra otros de los ocupantes. Una patrulla fue alertada por los gritos de una mujer que, desde un balcón del edificio, pedía auxilio presa de una gran agitación gritando que unos vecinos habían entrado en su domicilio rompiendo la puerta de su habitación, y que estaban agrediendo a su pareja sentimental con palos y cuchillos.

El Ayuntamiento de Pamplona, propietario del inmueble de la calle Jarauta 13, inició los trámites para el desalojo a principios de año. Hasta el momento, la expulsión no se ha producido al no existir orden judicial. - D.N.