Un navarro sobrevive a la ingesta de la Amanita phalloides: "Están todos alucinados"

El Gordo de la Lotería de Navidad ha llegado a Pamplona antes de lo previsto. A veces, la suerte no cae en forma de millones, sino de algo mucho más valioso. Un vecino de Navarra ha sobrevivido a la ingestión de una Amanita phalloides, un "hongo potencialmente mortal con la ingesta de apenas 20 gramos", advierte Peio García, miembro de la Asociación de guías micológicos de Navarra Saskiak. El afectado ha recibido hoy el alta tras dos días hospitalizado y los sanitarios califican el caso como un “milagro médico”, según atestigua Valetín Rodrigo, amigo de la víctima, que recuerda, en vísperas navideñas, que el mayor premio es la salud.

El protagonista de esta historia es M.U., un hombre de mediana edad, que vive en una “pequeña cabaña” en el monte y que la noche del pasado jueves consumió el hongo sin darse cuenta, confundiéndola con otro comestible.

Así, lo relata su amigo Valentín Rodrigo. “M. se dio cuenta del error poco después de haberla tomado y acudió de inmediato al Hospital Universitario de Navarra”, relata Rodrigo, que asegura que su amigo cocinó el hongo a la sartén, “como se hace siempre” y que “fue al rato cuando cayó en el error.

En un primer momento, el afectado no presentaba síntomas y fue enviado de vuelta a casa con la indicación de regresar si notaba cualquier empeoramiento. Sin embargo, de madrugada, entre las cuatro y las cinco de la mañana, su estado comenzó a deteriorase y tuvo que volver a urgencias “a todo correr”. Un pronóstico que encaja con los síntomas básicos de intoxicación por las setas Amanita phalloides en donde los vómitos y la diarrea empiezan a hacer mella entre seis y doce horas después de la ingestión.

Contra lo previsto, la víctima evolucionó favorablemente. Tras recibir el tratamiento correspondiente, las analíticas no mostraron daños en órganos vitales. “No le ha afectado a nada ni le ha fastidiado nada”, asegura Rodrigo, que explica que los médicos decidieron mantenerlo en observación y realizarle controles diarios ante la excepcionalidad del caso.

Finalmente, hoy a recibido el alta, pese a que el equipo sanitario prefería prolongar el seguimiento hospitalario. El protagonista, sin embargo, ha preferido regresar a su hogar junto a sus animales con el compromiso de volver al hospital ante cualquier síntoma.

El caso ha generado asombro entre los profesionales sanitarios que, como relata Rodrigo, han mostrado interés en estudiar lo ocurrido. “Están todos alucinados”, resume Rodrigo, convencido de que se trata de un episodio prácticamente único.

Y es que, la Amanita phalloides es conocida por su elevada toxicidad: una sola seta puede provocar fallos graves en hígado, riñones y otros órganos vitales, y la mortalidad asociada a su consumo es muy alta. “Con una sola ya es mortal”, insiste Rodrigo, que subraya que lo habitual es que las consecuencias sean devastadoras incluso con pequeñas cantidades.

Una anécdota que, en estas fechas, funciona como un recordatorio de que hay premios que no se compran con décimos. Y, en este caso, a M.U. le ha tocado el Gordo más importante, el de seguir vivo.