Navarra, una de las comunidades autónomas con mayor esperanza de vida del Estado, se enfrenta a un desafío demográfico sin precedentes: el envejecimiento de su población, que actualmente representa aproximadamente el 20% de la población total de la comunidad.

Es, por ello, que la generación senior, conformada por personas mayores de 65 años, se encuentra en un momento crucial en el que deben replantearse su lugar en la sociedad y sus perspectivas de futuro.

La realidad es que los mayores en Navarra se sienten a menudo invisibles, relegados a un segundo plano en una sociedad donde prima la juventud y la productividad. Sin embargo, en los últimos años ha habido un cambio de paradigma que ha llevado a una revalorización de la experiencia y el conocimiento acumulado por esta generación.

Hoy en día se enfrenta a desafíos tanto económicos como emocionales. Muchos de ellos han visto cómo sus ahorros se han visto mermados debido a la crisis económica y se encuentran con pensiones insuficientes para mantener unos estándares de vida dignos. Esto ha llevado a un incremento en la tasa de pobreza entre las personas mayores, generando preocupación en la sociedad y en las instituciones.

Además, los mayores afrontan otros retos como la soledad y el aislamiento, especialmente aquellos que han perdido a sus parejas o que tienen dificultades para salir de sus hogares. Las instituciones y organizaciones han puesto en marcha diferentes programas para combatir estas dificultades, como visitas domiciliarias o actividades de ocio y tiempo libre dirigidas a personas mayores.

Asimismo, su salud y el bienestar también se convierten en una preocupación para la sociedad, ya que el envejecimiento de la población conlleva un mayor índice de enfermedades crónicas y dependencia, requiriendo así incrementar y mejorar los servicios de atención sanitaria y cuidado a largo plazo.

Sin embargo, no todo son desafíos para la generación senior. En la actualidad, existe un creciente reconocimiento a nivel social de la importancia de su participación activa en la sociedad y las personas mayores son cada vez más valoradas como pilares fundamentales de la comunidad, dado que atesoran una gran cantidad de vivencias, sabiduría y experiencias que marcan el camino a las generaciones futuras.

Desde asociaciones e instituciones se ha puesto en marcha una serie de iniciativas que buscan su integración y participación en distintos ámbitos de la sociedad. A su vez, muchos de ellos están involucrados en asociaciones y colectivos que defienden sus derechos y promueven la inclusión social. Estas organizaciones son fundamentales para visibilizar las necesidades de esta generación y para demandar políticas y recursos adecuados.

En este sentido, la generación senior en Navarra tiene un amplio potencial para contribuir al desarrollo de la comunidad. Su experiencia y sabiduría son claves para el impulso de proyectos sociales, culturales y educativos. Así lo demuestran numerosos casos de éxito, donde personas mayores han emprendido proyectos empresariales o han liderado iniciativas comunitarias con gran impacto.

En este contexto, es fundamental que las instituciones y la sociedad en su conjunto sigan apostando por la inclusión y el reconocimiento de la generación senior. Se deben destinar recursos para garantizar una atención adecuada a las necesidades de las personas mayores, así como promover su participación activa en la sociedad. El futuro de Navarra será más próspero si se aprovecha el potencial y la experiencia de esta generación.

Envejecimiento de la Comunidad

En Navarra, el porcentaje de personas mayores de 65 años está aumentando constantemente y se espera que crezca aún más en los próximos 15 años. Se estima que en 2037, los jubilados representarán el 25,1% de la población total, lo que supone un incremento de cinco puntos en comparación con la actualidad. Además, el envejecimiento de la población ha dado lugar al fenómeno de la soledad, afectando especialmente a aquellos mayores de 65 años. Actualmente, más de 28.000 personas, que representan el 21% de los mayores de esta franja de edad, viven solas en la comunidad. Este número ha aumentado un 18% en la última década.

Es importante destacar que la mayoría de estas personas son mujeres, con 19.600 mujeres viviendo solas en comparación con las 16.300 que había en 2013.

Estos datos se recogen en un informe realizado por el sindicato CCOO, basado en datos de Eurostat, el INE y datos propios de la organización. Dicho informe analiza varios aspectos, desde las pensiones hasta los factores que influyen en ellas, pasando por la pirámide poblacional y la carrera de cotización de las mujeres.