Ciencia, historia, caballos y sueños es lo que el lector encontrará en La sombra de los sueños, la novela del veterinario Gonzalo Giner, un thriller que deambula entre el presente y el siglo XII.
QUIÉN ES
Gonzalo Giner es veterinario de profesión. En 2008, con El sanador de caballos, presentó el inicio de su oficio y vocación, logrando un gran éxito literario avalado por crítica y público. Le han seguido El jinete del silencio, Pacto de lealtad, Las ventanas del cielo y La bruma verde. Ahora presenta su última novela, La sombra de los sueños.
¿La sombra de los sueños es solo una novela-ficción o la urdimbre que usted teje entre el siglo XII, el XX y la actualidad puede hacernos pensar que detrás está la Historia?
La novela tiene una mezcla de las dos cosas; hay acción y suspense novelado, pero dentro de ella hay una novela histórica que tiene que ver con el siglo XII, en concreto con un personaje icónico, Saladino, el héroe musulmán más grande de la historia.
¿Usted es un veterinario que escribe o un escritor que vive de sanar animales?
Mi primera vocación es la veterinaria; se puede vivir muy bien de ello; de hecho, yo sigo trabajando como veterinario. Así que me considero un veterinario metido a escritor casi de refilón, aunque es verdad que la literatura va tomando un peso cada vez más importante en mi vida, pero no lo es todo.
En su novela el personaje referencial es un animal, una yegua. ¿Qué tienen los caballos, que tanto le atraen, fuerza, vigor, fidelidad…?
Lo que dices es todo real; yo he montado a caballo y me gusta la relación, por lo que he intentado darle recorrido a esa relación persona-animal, no solo a nivel físico, sino también a nivel histórico. Mi relación literaria tiene que ver con el sanador de caballos, que era de obligada inclusión, porque el caballo era el destinatario del trabajo del veterinario en la Edad Media. Los caballos aparecen salpicando algunas de mis novelas y en mi última es el referente obligado. Porque esta novela cabalga entre el siglo XII y el XXI con un caballo como vínculo entre ambos. En el XXI, un emir, de un emirato árabe que me invento, anda buscando los restos de un caballo histórico que une los dos periodos.
En la historia hay famosísimas y conocidas parejas jinete-caballo, ¿se contagia la energía vital entre ambos? ¿O esto es fabular? ¿Alejandro sin Bucéfalo no hubiera sido Magno?
Ha habido relaciones con caballos que han trascendido al propio personaje. Por ejemplo Marengo, el caballo de Napoleón, que sufrió la misma derrota en Waterloo, salió herido y tuvo problemas serios porque la relación entre ellos era mágica. Alejandro Magno creó la ciudad Alejandría Bucéfala, donde enterró su caballo, manifestación de lo que sentía por él. En el caso de Saladino nos encontramos con una carta real con sus colaboradores a los que habla de esa yegua, de la energía especial que siente cada vez que monta. De hecho, nunca utilizaba silla de montar, cabalgaba a pelo, porque necesitaba sentir la energía de su yegua y él transmitírsela a ella. La vinculación era bonita, real y mágica.
"Es una historia de caballos, de ciencia, de arte, y cada una de estas palabras la encarna un personaje”
¿Saladino sin su yegua Shujae hubiera sido el brazo armado de Alá? ¿Qué tenía esta yegua para querer renacerla?
Le acompañó en casi todas las batallas y la montó todos los días; era un afamadísimo jinete y esa yegua fue su compañera en unos dolorosos acontecimientos históricos que él no deseaba. Cuando su madre le recuerda que es el brazo armado de Alá, que tiene que expulsar a los cristianos de Jerusalén y cumplir la voluntad de Alá, Saladino manifiesta sus numerosas dudas, no quiere ir a la guerra porque no tiene ganas de producir dolor ni daño y, sin embargo, al final acaba haciéndolo. En este tránsito de incertidumbres, su cómplice más directa en todo momento de duda fue su yegua Suhjae.
Acción, aventuras, falsificaciones, excavaciones, arqueología, conspiraciones… ¿Por qué elige personajes en momentos críticos de sus vidas personales para tejer el suspense de su narración?
Esta novela tiene un poco de lo que has comentado. En tres palabras, es una historia de caballos, de ciencia, de arte, y cada una de estas palabras lo encarna un personaje. La novela, en realidad, es casi un truco de ilusionismo, de magia, donde el lector puede creer que los tiros van por un camino y en realidad van por otro. El ilusionismo es el arte de desviar la atención del público hacia un objetivo, para hacer en ese mismo momento otra cosa que sorprenderá. Pues esta novela hace un poco eso y los personajes han sido elegidos por sus acciones: hay caballos y caballeros; hay ciencia con personajes científicos; y el arte lo representa una mujer, Sara, ladrona apasionada del arte, un personaje que a los lectores les resultará apasionante. Pero en esencia es una novela de aventuras, aunque tenga contenido histórico, sin el cual no tendría sentido la novela. Es un relato de aventuras donde la primera página mete al lector en el museo D’Orsay de París con Sara planeando robar un cuadro de Manet a las once de la mañana y porque desde ese momento la sucesión de historias y cambios de escenarios son muy rápidos, como trucos de magia, donde hasta el final no se entiende qué ha pasado en el camino para conseguir al final que la sorpresa cobre vida y el lector se quede pasmado, incrédulo ante un final tan sorprendente.
¿En situación vital normal se embarcarían estos personajes en su bien pagada aventura distópica?
No lo tengo tan seguro. Quizás no todos, pero algunos ya se han embarcado en sus sueños de tal manera que no les ha importado atravesar límites que en cualquier otro caso les parecería no éticos o indebidos. Algunos han tomado esa decisión y parece que están bastante abiertos a enfrentarse a otros sueños por complicados que sean y por muchos límites que tengan que atravesar. Pero hay otros que no, pues a veces necesitamos que nos empujen, nos convenzan o que nosotros veamos interesante la aventura para que ante algo que nunca pensaríamos hacer haya un momento en el que nos preguntemos ¿por qué no?
En su relato hay amor, sexo, mentira, robo, riqueza insultante y hasta guiños al feminismo, ¿tal vez todo esto sea la sombra bajo los sueños y no el revivir a la yegua?
Sobre las sombras que esos sueños provocan me interesa que el lector reflexione y que entienda también las reflexiones de los protagonistas. Hay temas de religión, de sexo, de lucha de poder, de abusos en un ambiente como es el caso de Amina, una arqueóloga egipcia que tiene que salir adelante en un entorno muy machista, incluso de sus propios colaboradores, donde a ella no le dan ni un proyecto por ser mujer. Los protagonistas son la esencia de la trama, más allá del revivir de la yegua.
Muchos hemos visto Parque jurásico. ¿Cree factible que se pueda clonar en el siglo XXI una yegua igualita a Shujae a partir del ADN de esta yegua del siglo XII?
Desde el punto de vista tecnológico hay suficiente conocimiento, técnicas y herramientas para poder llevarlo a cabo. De hecho, sí se ha recuperado un mamut histórico por modificación del ADN encontrado en los huesos de un animal prehistórico. Es muy complejo, probablemente de mil intentos solo salgan dos adelante, pero hay viabilidad de llevarlo a cabo.
Fuyarja no existe, ¿pero sí los sueños de algún alter ego de Jalid bin Ayub para intentar crearla a base de muchos petrodólares?
Sí; de hecho, conozco a un emir así del emirato más pequeño de todos, probablemente el más pobre. Pero el objeto de esta novela dista mucho de lo que he podido conocer en este emirato, pero sí que son personas que están demasiado acostumbradas a vivir en un lujo de caprichos en lo que todo vale y el dinero lo compra todo. Y tenemos constancia, bajo mi punto de vista, de que comenten barbaridades y lo que quieren lo consiguen siempre o casi siempre, cosa que me parece bastante deplorable.