Unas 300 personas del municipio de Winsen, en la Baja Sajonia alemana, se han visto obligadas a abandonar sus hogares debido a la crecida del río Aller.

Los asentamientos de Westohe y Südohe han sido evacuados este miércoles por la noche, según ha informado el distrito de Celle, en el norte de Alemania, ya que el nivel del agua en las calles había aumentado entre 40 y 50 centímetros, lo que también ha obligado a cortar la electricidad por razones de seguridad.

El pabellón deportivo Allertal en Winsen se está utilizando actualmente como refugio de emergencia y se ha pedido a los lugareños que no entren en los diques. "Están muy ablandados y existe el riesgo de que se rompan", indica un comunicado del distrito de Celle.

El distrito de Celle también ha afirmado que las llamadas de emergencia por sótanos inundados sólo deberían realizarse si existe un peligro inminente, porque sino los bomberos no podrán responder a todas las llamadas de emergencia debido al gran volumen de las mismas.