Recorrer la vida de la polifacética Bárbara Rey es hablar de la época del destape, de certámenes de belleza, de espectáculos circenses y amores televisados. Bárbara Rey cumplió ayer 70 años y mucho ha llovido desde que con 18 años fuera nombrada Maja de Murcia. María García García, que así se llama realmente, conoció la fama desde muy joven, hacia finales de los 60, y aún hoy sigue atrayendo el foco mediático. Bárbara Rey ha tenido que lidiar con más de un episodio oscuro a lo largo de su carrera, especialmente durante su relación con el domador Ángel Cristo, quien se vio envuelto y consumido por las drogas; la peor parte se la llevó su hija, Sofía Cristo, quien también cayó en ese vicioso círculo de consumo desmedido. Todo ello llevó a la vedette a sufrir episodios de depresión, en 2013, cuando la actriz fue realmente consciente del problema de drogadicción de su hija. Sin embargo, sus años sobre los escenarios fueron ciertamente de éxito.

Es más, si hay algo cierto en torno a la carrera de Bárbara Rey es que resultaría más sencillo hacer un listado de aquellas ramas del mundo del espectáculo en las que la de Totana, su ciudad natal, no hubiera intervenido que nombrar todos los proyectos en los que ha participado y triunfado. Ha sido Miss, tanto en el certamen de España como a nivel mundial; actriz de cine y de teatro, cantante y bailarina, ha presentado sus propios programas de televisión y colaborado en otros, ha participado en la radio y, por si fuera poco, llegó a convertirse en domadora de elefantes junto a Ángel Cristo. En su época como vedette y actriz, en la década de los 70, Bárbara se llevaba al público de calle con su sensualidad y su actitud. No era la mejor cantante, ni la mejor actriz ni tampoco la mejor bailarina, pero no le hacía falta. Tenía un encanto especial, una altura muy poco habitual para la época y una versatilidad que hacían de ella una artista completa, diferente y sin rival. Bárbara fue una de las figuras más relevantes de la época del destape y una musa cinematográfica que robaba el corazón de los espectadores, incluyendo al actual Rey emérito, con el que supuestamente mantuvo una relación intermitente, y secreta, a comienzos de los 80.

versatilidad Se puso delante de la cámara, por primera vez, en la película de 1969 La vida sigue igual, protagonizada por Julio Iglesias. Un papel secundario que dio paso a más llamadas de directores y productores hasta convertirse en una habitual del cine de los 70 y 80, participando en más de 40 películas. Una fama creciente que le llevó a ser una de las musas del destape, protagonizando películas como Las delicias de los verdes años (1976), con María José Cantudo, o Me siento extraña (1977), junto a Rocío Dúrcal. La vedette, que copaba portadas de revistas, tenía el mundo a sus pies y decidió dejarlo todo por amor y dedicarse al circo junto a su marido Ángel Cristo, con el que tuvo dos hijos, Sofía y Ángel. Mientras duró la relación, Bárbara no estuvo alejada del foco mediático. Sin embargo, una vez separados, la actriz volvió a la televisión y, especialmente, al teatro. Bárbara protagonizó espectáculos de revista como Una noche Bárbara (1987-1989) así como programas de televisión como Esto es espectáculo (1994-1996) o En casa de Bárbara, ya entrados los 2000. Habitual de la prensa del corazón fue a partir de esta última década, la del 2000, cuando su vida amorosa tomó mayor relevancia.

A partir de ese momento y, hasta la fecha, sus intervenciones en programas del corazón, como colaboradora o protagonista de la exclusiva, han ido creciendo hasta convertirse en una habitual de los platós de televisión. Un sinfín de programas en los que Bárbara Rey siempre ha sido capaz de demostrar tener tablas, gracias a sus años de experiencia en televisión, cine y teatro. Esa es Bárbara Rey, una artista todoterreno que, en este 2020, cumple 70 años.