Una de cal, y otra de arena. Cuando el foco mediático analiza con lupa el matrimonio entre David y Victoria Beckham -son muchos los que afirman un grave distanciamiento en la pareja tras la marcha del futbolista a Miami-, una buena nueva acaba de estallar en el corazón de la célebre familia británica. ¡El primogénito se casa! El mismo que luce nombre de barrio neoyorquino y proyecta muecas mierdosas. Y lo hace con la actriz Nicola Peltz, que interpretar no interpreta nada, pero tiene la vida más que resuelta. Su padre, Nelson Peltz, un multimillonario empresario e inversor que empezó su carrera como instructor de esquí, amasa una fortuna estimada de 1,34 billones de libras. ¡Con B! Cifra que, todo sea dicho, multiplica con creces la que cultivan sus futuros consuegros: 335 millones de libras. Que no está nada mal.

Pero claro, cualquier aita siempre desea mejoras para sus hijos, un incremento en el estatus o el establishment. Y por ello con Brooklyn están más que encantados. Sobre todo desde que ha trascendido a los medios que papá Nelson será el encargado de sufragar todos los gastos de los dos enlaces que la pareja celebrará a finales de verano o principios de otoño del año que viene, cuando amaine la pandemia del coronavirus. Porque como los chics e influencers, Brooklyn y Nicola no serán menos, y se casarán dos veces: en el Reino Unido, y también en Florida, donde reside la familia de la novia.

La ñoña pareja, que se conoció hace tres años en el Festival de Coachella, un Viña Rock atestado de pijos, no empezó a salir hasta hace siete meses. Pero 210 días les han parecido suficientes para clamar su púber amor a los cuatro vientos y dar el paso definitivo. "Hace dos semanas le pedí a mi alma gemela que se casara conmigo y dijo que sí. Soy el hombre más afortunado del mundo. Prometo ser el mejor marido y el mejor padre algún día. Te quiero, cariño".

Con estas palabras, dignas del peor remake de El diario de Noa, Brooklyn confirmó a sus padres, y al mundo entero, la boda. Acompañada de una instantánea en la que también se puede apreciar el anillazo de compromiso, valorado en 25.000 libras. Según el diario inglés Sun, ha sido diseñado por el propio papá David. Con ese gusto excesivo por el oro que siempre ha derrochado.