PAMPLONA. Vivimos tiempos en los que las excusas no valen, en los que cada persona tiene su cuota de responsabilidad a la hora de cuidar el planeta. Reciclar y consumir de forma responsable son, entre otras muchas, las aportaciones que cada individuo puede realizar para la consecución de dicho objetivo.

Y en este camino todas las iniciativas pueden ser valiosas. La aplicación Too good to go pone su foco en el despilfarro de alimentos, en toda esa comida que -día a día- acaba en la basura procedente de los establecimientos hosteleros o los comercios de alimentación.

Carlos García es el responsable de comunicación de una plataforma que, poco a poco, va haciéndose hueco en Navarra y los territorios vascos.

Too good to go echó a andar en Madrid y aterrizó en Euskal Herria, concretamente en Bilbao, en diciembre de 2018. Desde entonces se han "salvado" más de 37.900 packs de comida de 217 establecimientos adheridos.

Desde 2019 opera ya en Navarra con más de una decena de establecimientos colaboradores. Sushi Artist en Itaroa, Krabelin, La Botería, Inicio Bar and Coffee, Carnicería Sarriguren o Más Allá de las Flores, en Pamplona, Decervecitas, Panakery, PallaPizza, en la Comarca...

¿Qué es salvar un pack de comida? Explicado a trazo grueso, es evitar que la comida de los establecimientos adheridos a la plataforma acabe en la basura.

Pastelerías, bares, restaurantes, panaderías, fruterías... Cualquier establecimiento se puede sumar a una aplicación que permite reducir el volumen de comida que acaba en el contenedor, con la garantía de que todos los alimentos que se comercializan son de calidad y frescos, nunca restos retirados del plato.

La idea de poner en marcha esta iniciativa surgió en Dinamarca en 2016, a raíz de un encuentro de amigos que observaron que en el catering de la fiesta a la que acudieron sobró una importante cantidad de comida que se echaba a la basura.

Ese fue el detonante. Y dando vueltas a posibles fórmulas para actuar sobre el despilfarro de alimentos nació Too good to go.

La herramienta que surgió de aquella inquietud es una aplicación para móvil a través de la cual supermercados, hoteles, bares, panaderías y otros establecimientos pueden dar salida a su excedente diario que los usuarios pueden "salvar" a precios reducidos.

La herramienta para disminuir el desperdicio de alimentos ha ido avanzando en distintos puntos del Estado. En el caso de Euskal Herria, la penetración de la app comenzó por Bilbao. En la actualidad opera también en Pamplona y varias localidades de la Comarca.

"Desde el principio el crecimiento ha sido constante. Cada vez se suman más establecimientos pero, sobre todo, hemos crecido en usuarios", apunta el representante de la plataforma, que recuerda que esta, pese a su juventud (tiene poco más de un año) cuenta ya con más de 2.500 establecimientos en el Estado.

A nivel de usuarios el crecimiento es aún mayor y tiene más de un millón registrados. En el tiempo en que Too good to go ha estado operativa se han logrado "rescatar más de 600.000 packs".

Carlos García explica el funcionamiento de la aplicación. Cualquier establecimiento que desee participar en esta iniciativa debe ponerse en contacto con los responsables de la misma, de forma sencilla y a través de Internet.

Siendo ya parte activa de la propuesta, el establecimiento elabora los lotes que saca al mercado. Cada uno gestiona su propio perfil para que cada día se "salven" los lotes que considere oportuno, una vez hayan comprobado que no se van a poder comercializan.

¿Qué se incluye en el pack y cuántos salen a la venta? Nada está cerrado al 100%. Cada establecimiento fija lo que va a vender cuando esté a punto de retirar el producto de sus vitrinas. Pintxos, panes, galletas, fruta, platos de comida que han sobrado... La condición es que sean productos de calidad y frescos, no desechos.

Los gestores de la aplicación reciben a cambio una comisión de "un euro por cada pack salvado", que se destina "a la gestión de la aplicación y a desarrollar el movimiento que estamos impulsando".

Producto de calidad Los establecimientos deciden qué lotes comercializan, según sus necesidades, aunque pueden contar con el asesoramiento de los gestores de la aplicación que les darán pistas (analizando los excedentes diarios) sobre cómo elaborar el lote, con qué productos, en qué número y a qué precio aunque, apunta García, "la libertad es absoluta". Solo hay una condición de obligado cumplimiento: "El producto debe ser de calidad".

A la iniciativa de Too good to go se han adherido distintos tipos de establecimientos. Hay bares que a última hora sacan lotes de pintxos, panaderías que ofrecen bollos, panes o galletas; restaurantes con platos del menú de ese día (que no las sobras del plato)... "Lo que antes se echaba a la basura el mismo día se saca a la venta a última hora", explica García.

El usuario entra en la aplicación, localiza los establecimientos del entorno que salvan comida y elige el que quiere. Debe de ser el propio usuario el que a la hora que se le indica vaya a recoger su pack (normalmente poco antes del cierre del establecimiento) cuyo contenido suele ser una sorpresa: no se sabe qué pintxos, platos o dulces se van a recoger, porque tampoco el propio establecimiento sabe cuáles serán sus excedentes hasta finalizar el día.

A través de la app se realiza el abono del pack, por una cuantía que será diferente en cada establecimiento, y al llegar a recoger el pedido se muestra la reserva. "El precio que se paga es reducido, un tercio del valor real", puntualiza García.

En Too good to go, como en buena parte de las aplicaciones móviles, el usuario más usual es el público joven, "entre 20 y 40 años", aunque cada vez se ven "más personas mayores, porque el uso es muy sencillo".

"Principalmente son mujeres y gente concienciada y comprometida en la lucha contra el desperdicio de alimentos", explica el portavoz de la plataforma.

La mayor demanda, hasta la fecha, responde a los lotes de comida asiática y también a los packs de supermercados, panaderías y fruterías.

Salvar comida, ahorrar y hacerse con producto de calidad. Un tres en uno para una aplicación con mucho trasfondo.

EJEMPLOS DEL SISTEMA, DESDE DONOSTIA: "LOS PINTXOS DEL DÍA SE TIRABAN EN BUEN ESTADO"

El grupo Gastroleku gestiona en Donostia diversos establecimientos hosteleros. Algunos de ellos (Atari, 148 Gastroleku y Txalupa) salvan lotes de comida al final del día desde hace unos pocos meses, como explica Borja Martínez.

Cuando los promotores de la app se acercaron al grupo la idea les pareció "interesante". "Los pintxos al final del día se tiraban, estando en condiciones de ser consumidos. Es un desperdicio", constata Martínez, que destaca lo positivo de la propuesta realizando una lectura de la misma desde la perspectiva de la sostenibilidad.

En los lotes que se elaboran se incluyen alimentos que quedan como excedente tras un servicio. "Si sobran pintxos los ponemos en la aplicación y con suerte se venden y no los tiramos a la basura".

Un lote tipo rondaría los 6,99 euros e incluiría cinco pintxos de barra. "La respuesta está siendo bastante buena y casi todos los días tenemos pedidos. Los fines de semana, más", añade el responsable de reservas del grupo.

Borja Martínez está convencido de que existe una concienciación cada vez mayor para reducir el desperdicio de alimentos. "A la gente le gusta la idea de colaborar con este fin, además de llevarse productos en excelentes condiciones, de calidad y más económicos".

Las panaderías Talo también se han sumado a esta iniciativa. Ainhoa Martínez, encargada de las mismas, explica que desde que se les presentó la propuesta decidieron participar porque les gustó la idea de actuar contra el desperdicio de comida.

Al final de cada día, en función de las ventas, Talo elabora su pack. "No tenemos el lote preparado. Cuando llega el cliente lo hacemos al momento, dependiendo del producto que queremos que se lleve", añade. "Siempre son productos del día pero que no se pueden aprovechar al día siguiente", subraya.

"Nosotros cambiamos mucho de producto, elaboramos novedades. A veces esos productos tienen peor salida y también los incluimos en los lotes. Así a nosotros nos ayuda a promocionarlos", señala la gerente de Talo.

En otras ocasiones en ese lote el cliente puede encontrar "unas galletas de elaboración propia que son muy ricas pero muy delicadas. Cuando se rompen las incluimos, aunque para consumir estén perfectas", puntualiza.

"El cliente abona 2,99 euros y nosotros somos bastante generosos, porque no nos gusta tirar comida. Eso es lo que abonan pero el valor del pack puede ser de más del triple" , asegura Martínez.

La respuesta, incide, está siendo muy buena. "La gente que prueba repite y repite y se va muy contenta. No se lo puede creer" destaca.

En su opinión, este es un proyecto con muchas ventajas. Se evita tirar excedentes de comida, la gente conoce el establecimiento cuando va a recogerla y se promocionan algunos productos, por lo que Martínez afirma estar "encantada" con Too good to go.

En menos de un año se han salvado ya más de 500 packs y esperan seguir sumando. "Todos los días vienen clientes nuevos y se van encantados", concluye.