Llega el huevo cocido vegano. Si ya existían las hamburguesas y las salchichas elaboradas a base de vegetales, si hace tiempo que se comercializan leches vegetales y desde no hace mucho se logró un yogur con una base de garbanzos, ahora ha llegado el momento de prescindir de la gallina y acercar a los consumidores un huevo duro elaborado a partir de plantas diversas y soja.

La empresa suiza de comestibles Elsa ha lanzado al mercado helvético The Boiled, una alternativa a los huevos cocidos reales. Con este logro se adelanta a sus competidoras. Lograr un sucedáneo de este producto concreto se había convertido en una carrera tecnológica de primer orden con un horizonte de éxito económico muy atractivo.

De hecho, dos compañías, una de asiática, OsomeFood, y otra estadounidense, Crafty Counter anunciaron sus propios lanzamientos para mayo y para agosto de 2021, pero o no llegaron a tiempo o no obtuvieron un éxito razonable. La versión de la empresa de Singapur se basaba en microproteínas de setas.

Su puesta en el mercado es el último test que debe superar para valorar su posibilidad de éxito. De momento se puede encontrar sólo en los supermercados de la distribuidora Migros en Zurich, Basilea, Lucerna y Ginebra. Se vende en packs de cuatro unidades a 4,15 euros (sale a 1,04 euros la undidad). Un poco caros parecen.

Con dos masas diferentes, ambas a base de proteína de soja y otros 14 ingredientes de origen vegetal, se imitan las texturas de la clara y de la yema. Sobre un molde se fabrica la clara y, posteriormente, se inyecta en el hueco la pasta que simula la yema. Como ventaja añadida, carece de cáscara, por lo que no es necesario pelarlo. Aunque sí sacarlo de un envase individual.

Además de la soja, omnipresente en todos los sucedáneos veganos de carnes y pescados, también suma en su receta, según se explica en el envase, almidón de arroz, fibra de maíz soluble, aceite de colza, antiaglomerantes como fosfatos de calcio, espesante como carragenina, fibras de trigo sin gluten, aromas naturales, los gelificantes goma gellan y agar-agar, láctico ácido, sal de cocina, carotenoides para dar color.

Envase en el que se comercializan, de momento sólo en Suiza, el huevo cocido vegano, Foto: Migros

Ahora es cuando se plantea la duda de si su sabor y su textura están bien afinados y eso lo dicidirán los consumidores. Otra duda es su valor nutricional si se aproxima a los de un huevo de gallina producido por una gallina de verdad. A pesar de las sombras que se ha querido extender sobre este producto, es consenso general su alto valor.