EL Clase B reaparece estos días en el mercado vistiendo un atuendo algo más moderno, esbelto y esmerado. Esa silueta de líneas fluidas confiere a la nueva remesa del modelo una dosis extra de elegancia y deportividad. El monoespacio recopila los principales progresos tecnológicos de los Mercedes-Benz más modernos. Desgrana un repertorio integrado por seis motorizaciones, tres diésel y tres de gasolina, que cubren un abanico de potencia de 116 a 190 caballos. La versión más asequible del monoespacio compacto (mide 4,42 metros) es la B 180, con motor a gasolina de 136 CV, que reclama un desembolso mínimo de 33.375 euros.

Inmune a la dictadura de la estética crossover, que no al refinamiento ni a las innovaciones, el Clase B se erige en uno de los últimos bastiones del diseño monovolumen. Abandonado por un gran público entregado a los sucedáneos de todoterreno, este estilo de coche se salva de la extinción gracias a unos pocos fabricantes. La propuesta de la firma de las estrella solo tiene un rival directo dentro de la categoría Premium, el BMW (Serie 2 Active Tourer). La lista de competidores, en la que encuentra refugio una clientela eminentemente familiar, aumenta sumando a Volkswagen (Golf Sportsvan y Touran), Ford (C Max), Citroën (C4 Picasso) y Fiat (500L).

La candidatura del Clase B va dirigida a personas que precisan más espacio del que brinda un turismo convencional o que disfrutan viajando a sus anchas. Son, en cualquier caso, compradores refractarios a la corriente SUV imperante. El monovolumen suele representar para ellos una alternativa a los formatos station wagon, que procuran más capacidad de carga pero no más habitabilidad y confort al pasaje.

La nueva propuesta de Mercedes-Benz convierte en su razón de ser todas esas cualidades. Su figura, que se ha estilizado -rebaja el techo, acorta los voladizos y separa los ejes- permite acomodar a bordo cuatro adultos de buen año con sus bártulos. A mediados de año el Clase B incorporará la posibilidad de deslizar longitudinalmente (14 centímetros) la banqueta del asiento posterior, dividido en tres secciones (40/20/40). De este modo, el maletero podrá aumentar su capacidad actual de 445 litros hasta los 705, sacrificando, eso sí, el hueco para las piernas de los ocupantes.

La cabina del modelo se inspira en la ambientación de las nuevas creaciones de la casa. Imita la configuración vanguardista estrenada por el Clase A incorporando una doble pantalla digital. Instala de serie el innovador sistema multimedia MBUX con inteligencia artificial, visualizaciones y animaciones de alta definición, sistema de mando por voz Hey Mercedes y pantalla táctil. Las dotaciones de seguridad son semejantes, puesto que incluyen frenado autónomo de emergencia en ciudad (posee detección de viandantes y ciclistas), alerta y corrección de trayectoria por cambio involuntario de carril, vigilancia del ángulo ciego, etc. El Clase B también tiene a su disposición recursos como navegador con realidad aumentada, faros LED matriciales, iluminación ambiental, asientos eléctricos con función de masaje, proyección de datos en el parabrisas, techo panorámico, etc. Las unidades destinadas al mercado español añaden al equipamiento genérico dotaciones adicionales: cámara de marcha atrás, panel táctil, climatizador THERMOTRONIC, faros LED High Performance, portón trasero automático con EASY-PACK, línea Progressive, función de Car Sharing (posibilidad de compartir coche entre particulares) y llantas de 17 pulgadas.

El Clase B avanza gracias a la aportación de media docena de motores, todos ellos acordes a las exigencias de la normativa medioambiental Euro 6d TEMP, que será de obligado cumplimiento en 2020. La clientela puede elegir entre tres bloques de gasolina y otros tres a gasóleo. Son unidades reputadas por su contribución en otros automóviles con la estrella.

La gama diésel comienza con la variante B 180d, que asocia un motor 1.5 de 116 CV a transmisión automática de doble embrague 7G-DCT y cuesta 34.197 euros; cuando lo haga a caja manual dará lugar a una nueva versión de acceso a la gama (32.025 euros). Por encima aparecen interpretaciones del bloque de dos litros con 150 y 190 caballos, ambas vinculadas a transmisión 8G-DCT; cuestan 34.775 y 41.850 euros, respectivamente.

El capítulo gasolina plantea ejecuciones del motor cuatro cilindros de 1.332 CC con 136 y 163 CV, conectadas a caja de cambios manual de seis marchas; la primera reclama 33.375 y la otra 35.650 euros. El tope de la gama equipa el propulsor de dos litros y 190 CV, ligado a la transmisión 7G-DCT y provisto de tracción integral 4MATIC; sale por 43.625 euros.