onducir en otra dimensión. Audi completa la remodelación de su modelo estrella, por tamaño y prestigio internacional, el A8, con la llegada de la versión TFSIe (híbrida enchufable) para cerrar su oferta mecánica, provista además de propulsores de gasolina y diésel.

El buque insignia de la firma de los cuatro aros emplea un motor de gasolina 3.0 TFSI de seis cilindros junto a otro eléctrico para obtener una potencia combinada de 462 CV y 700 Nm de par máximo. Todo ello asociado a una nueva batería de 17,9 kWh de capacidad que permite alcanzar una autonomía en modo eléctrico en ciclo WLTP de hasta 59 kilómetros y asegura la etiqueta cero de la DGT. Sus ajustados consumos y emisiones homologados, de entre 1,8 y 2,1 litros a los 100 kilómetros y de 42 a 45 gramos de CO2 por kilómetro, se asocian a unas prestaciones del máximo nivel, con un paso de 0 a 100 km/h en apenas 4,9 segundos y 250 km/h de punta. Provisto de cuatro modos de conducción (EV eléctrico, Hybrid combinando combustión y electricidad, Hold para preservar la energía de la batería y Charge para recargarla) y dotado de tracción a las cuatro ruedas, el A8 TFSIe está disponible en carrocería estándar (5,19 metros de longitud, por 1,95 de anchura, 1,47 de altura y 3,00 metros de distancia entre ejes) y larga (A8L de 5,32 metros) y sale a la venta en nuestro país desde 119.510 euros.

La variante híbrida enchufable, que se lleva una de cuatro ventas del A8 en nuestro país, se complementa con el motor de gasolina 3.0 V6 TFSI (340 CV y 500 Nm) y el diésel 3.0 V6 TDI (286 CV, 600 Nm, 5,9 segundos de 0 a 100 km/h y 250 km/h de velocidad máxima), así como con las variantes más prestacionales que llegan bajo el formato S8 (4.0 V8 de gasolina con 571 CV, 800 Nm y 3,8 segundos de 0 a 100 km/h). Como es habitual, el S8 cuenta con un poderoso motor de gasolina V8 con un sistema de desconexión selectiva de cilindros para mejorar la eficiencia energética y unas mariposas de escape que aportan un sonido todavía más rotundo. Otras exquisiteces de esta máquina superlativa son la suspensión activa predictiva, el diferencial deportivo o la dirección dinámica a las cuatro ruedas. A destacar que todas las motorizaciones emplean la tracción permanente a las cuatro ruedas Quattro de Audi con diferencial central autoblocante de serie, cambio automático Tiptronic de ocho marchas y tecnología de hibridación ligera (MHEV de 48 voltios), así como que la velocidad máxima se ha limitado electrónicamente a 250 km/h.

En esta última actualización Audi ha incorporado a su modelo más emblemático un nuevo diseño estético, al tiempo que lo ha provisto de nuevas tecnologías innovadoras. Con un perfil más aerodinámico, sobre todo en el frontal y la zaga, y una imagen que, según la marca, “representa estatus y desprende distinción, su diseño exterior es aún más representativo, seguro y atlético”, aspectos que se pueden potenciar todavía más con el paquete exterior cromado, el de color negro o la terminación S line.

La dotación tecnológica en esta superberlina de lujo, que aúna prestigio, confort, espacio y deportividad en grandes dosis, es realmente sobresaliente. Los faros Matrix Led, las luces traseras Oled, las funciones lumínicas de orientación de carril para circular por carreteras complicadas y con obras, los asientos relax del A8 largo con calefacción y masaje, además de las pantallas posteriores o incluso una nevera con bar junto a la mesa plegable, el paquete opcional air quality con ionizador y función de perfume, sumado a lo último en conectividad, los 40 sistemas de asistencia a la conducción, incluido el aparcamiento remoto, junto a la suspensión neumática adaptativa con control de amortiguación, la dirección progresiva o la dirección dinámica a las cuatro ruedas, son sólo algunos detalles de esta máquina de ensueño cuyos precios se mueven entre 107.900 y los 164.300 euros del S8.

Con un carácter más deportivo que nunca, la sofisticación tecnológica también se refleja en su eficiencia, seguridad, confort y lujo interminable

Audi actualiza la cuarta generación del imponente A8 para situarlo una vez más en la cúspide de las grandes berlinas de representación