EEUU. Una mujer de 64 años que visitaba un cementerio en Long Island, (Nueva York, EEUU) para acudir a rezar frente a la tumba de sus padres, se llevó el susto de su vida cuando la tierra se abrió y la tragó hasta la cintura, como señala la demanda interpuesta por la víctima al campo santo, al que reclama 5 millones de dólares, unos 4,5 millones de euros. Según el informe judicial, Joanne Cullen se inclinó sobre la fosa de sus padres, en el St. Charles Resurrection Cemetery de la citada localidad, para colocar una corona de flores cuando el suelo se abrió, se formó un sumidero y comenzó a tragarla como si de arenas movedizas se tratara. "Hizo que su cuerpo se balanceara hacia delante y se golpease la cara con la lápida", explicó el abogado Joseph Perrini ayer a The Post, quien añadió que su clienta se rompió un diente en el accidente, ya que tuvo que aferrarse a la lápida en un intento de no caerse.