eeuu - Anthony Gignac, un hombre originario de Colombia, se hizo pasar durante décadas por un acaudalado jeque árabe y gracias a su engaño logró estafar unos ocho millones de euros en su carrera delictiva, pero su estafa no acabó bien. Este viernes, Gignac, residente en el estado norteamericano de Florida, fue sentenciado a 18 años y medio de cárcel por suplantación de identidad y fraude electrónico, entre otros cargos. El detenido se hacía pasar por un diplomático y se valía para ello de placas y documentos oficiales falsificados, así como de insignias manipuladas del Servicio de Seguridad Diplomática. Fue pillado semanas antes durante el transcurso de unas negociaciones en Miami al comer jamón, tocino y otros productos prohibidos por la religión musulmana. Ahí empezó la operación para investigarle. Tanto él como su séquito de guardaespaldas solían vestir atuendos tradicionales sauditas. “Gignac se ha presentado a sí mismo como un príncipe saudí (Khalid bin Al-Saud) para manipular, victimizar y estafar a inversores de todo el mundo”, afirmó en un comunicado el fiscal dederal del Distrito Sur del estado de Florida, Fajardo Orshan. El arrestado, de 48 años, nacido en Bogotá, cometió sus primeros fraudes a la edad de 17 años haciéndose pasar por el príncipe Khalid bin Al-Saud, de Arabia Saudí, desde entonces ha sido condenado en 11 ocasiones.