madrid - Un grupo de investigadores llevaron a cabo un ambicioso estudio durante tres años y medio para saber cómo se reacciona en cada país cuando un ciudadano se encuentra una cartera. En bancos, teatros, hoteles y otros sitios públicos entregaron una falsa cartera perdida, diciendo que la habían encontrado. En todas ellas había una lista de la compra, una tarjeta de visita con los datos del supuesto propietario, una llave. Algunas estaban vacías y otras tenían una cantidad de dinero que oscilaba entre los 13 y 94 dólares.

En términos generales, sólo el 40% de las personas se molestaron en contactar con el falso propietario de la cartera cuando la cartera no tenía dinero, porcentaje que subía al 51% si había poco dinero. En cambio, cuando la cartera contenía mucho dinero, el 72% de las personas intentó devolverlas. Christian Lukas Zünd, uno de los autores del estudio, explicó que es más probable que la gente devuelva una cartera cuando tiene más dinero “por una combinación de altruismo y lo que llamaríamos aversión al robo, que es un rechazo a sentirnos como un ladrón”. La mayoría de personas que participaron en el estudio en países como Suiza, Países Bajos o Noruega devolvieron la cartera, sin importar si tenía dinero o no. Sin embargo, en China, Malasia y Perú la devolvían en menor medida. Los países con fuerte sistema de seguridad social, menos desigualdad financiera y alta participación política, como los nórdicos, apoyan más la idea de que hay que ayudar a cualquier persona, sea o no conocida. Por otro lado, en países con más altos grados de religiosidad registraban tasas más altas de carteras devueltas.

En el caso de España, el porcentaje de carteras devueltas sin dinero superó el 50%, mientras que alcanzaba el 60% en el caso de carteras con dinero.