francia - La capital francesa está probando estos días con éxito el taxi del futuro. Bautizado como Sea Bubble, se trata de un vehículo acuático volador, eléctrico y no contaminante. Este nuevo método de transporte se ha puesto a prueba en el río Sena para explorar nuevas formas de moverse por la ciudad, acechada por la constante contaminación atmosférica. Más que navegar, estos vehículos planean medio metro sobre el agua y alcanzan entre 12 y 30 kilómetros por hora. Sin ruido ni olas, su motor de hidrógeno no produce dióxido de carbono. Con capacidad para cuatro pasajeros y un piloto, está construido con componentes ligeros de fibra de vidrio y espuma de alta densidad, y se propulsan a través de dos motores eléctricos que van con baterías de litio recargables en los puertos. Por menos de 10 euros por viaje, se podrán evitar los atascos y disfrutar del paisaje de la capital francesa desde el río. Se espera el lanzamiento de esta innovadora red de taxis para la primavera de 2020.