Un tatuador brasileño de 41 años ha modificado su aspecto físico durante años a base de tatuajes y piercings para hacer sus sueños realidad y conseguir ser un orco, un especie de monstruo procedente de la mitología celta y muy similar a un ogro. Así, decidió implantarse un par de colmillos en su mandíbula para completar su “metamorfosis”.

El brasileño tiene el 80% de su cuerpo cubierto por tatuajes, que comenzó a hacérselos con solo 15 años. Con todo, no era la primera vez que se sometía a importantes cambios con implantes, ya que cuando tenía 35 años, se puso un subérmico en la frente y, tras eso, comenzó a acumular ocho piercings por debajo de la piel. Además, se hizo una bifurcación en la lengua a modo de reptil y se tatuó los ojos.

El hombre se apoda Orc Infernall dejó ver su nuevo cuerpo: “Solo intento ser yo mismo. Estas son mis ideas y me sale del corazón. No me inspiro en nadie más”, dijo. Y agregó que “la gente suele decirme cosas buenas y eso me motiva para continuar. Gente mala existe por todas partes y siempre están ahí, pero no me afectan”.