Dos niñas pequeñas han resultado heridas de gravedad después de que el castillo hinchable en el que jugaban saliera volando por los aires en la ciudad rusa de Barnaúl el pasado 30 de mayo.

La estructura se elevó hasta una altura de siete metros (el doble de la altura de una farola) y se desplazó hasta colisionar contra una valla de metal sobre las vías de un tranvía.

Las pequeñas, de tres y cuatro años, presentan respectivamente una conmoción cerebral y fractura de la columna y una fractura craneal y heridas en los pulmones y estómago. Ambas están en estado crítico, luchando por sus vidas.

Varios niños hacían uso de la atracción cuando sucedieron los hechos, pero milagrosamente, tres de ellos salieron ilesos.

Todavía se desconoce la causa del suceso. Los responsables de la atracción afirman que se trata de las fuertes rachas de viento, pero los padres niegan esta versión, alegando que no había viento y que el castillo se encontraba excesivamente inflado y se separó de su anclaje.