Un gato enfadado puede dar mucho miedo. Tanto como para detener un tren, llamar a la Policía y evacuar a sus pasajeros. Ha sucedido en Asturias, a la altura de Mieres, en un tren de Renfe que viajaba de Valladolid a Gijón y que no pudo completar el recorrido en su horario previsto a causa de un felino.

Según informa El Comercio, el convoy se detuvo en la antigua estación de Mieres, en una vía secundaria, adonde llegó la Policía Local de Mieres y miembros de la protectora de animales mientras el conductor y el interventor buscaban en los vagones y debajo de ellos sin dar con el gato. Los 35 pasajeros del tren fueron evacuados y trasladados a un cercanías para seguir su viaje.

Fuentes de Renfe aseguraron que el animal se coló en la cabina de conducción y, según el maquinista, mostraba un aspecto “agresivo”. Eso sí, durante la hora en la que estuvo el tren parado y ferroviarios, policías y personal de la protectora buscándolo no hubo ni rastro de él. Nadie lo vio salir del tren, con lo que es posible que el gato agresivo se hiciera un trayecto Valladolid-Gijón, porque tras la búsqueda infructuosa el convoy culminó su viaje sin pasajeros.