Son pocas las mujeres que se libran de la celulitis; se estima que alrededor de un 90% la sufren. Pero que sea un problema generalizado no significa que debamos resignarnos. El mercado ofrece múltiples soluciones para plantar cara a este problema estético, que en ocasiones puede afectar a la autoestima.

Mesoterapia, presoterapia, cavitación... ¿Por cuál decantarse? Depende mucho de las necesidades de la piel, de la persona o del propio presupuesto.

Mesoterapia para acabar con la celulitis

Uno de los tratamientos más efectivos para luchar contra la odiada piel de naranja y la flacidez es la mesoterapia. Este tratamiento estético consiste en aplicar una combinación de aminoácidos, minerales, vitaminas y algunos productos farmacéuticos en la zona perjudicada mediante inyecciones que se aplican a nivel superficial y que estimulan el metabolismo.

No es un tratamiento doloroso ni invasivo. La sesión suele durar unos 15 minutos y lo más común es pasar por un total de 4 a 15 sesiones, una a la semana, para obtener resultados satisfactorios. Además de prevenir la reaparición de la celulitis, la mesoterapia también ayuda a combatir las estrías y hace más lisa la superficie de la piel.

Presoterapia, estimula el drenaje linfático

La presoterapia es un tratamiento indicado contra la celulitis y la retención de líquidos que utiliza la presión del aire para realizar un drenaje linfático. La paciente se introduce en una funda que se llena de aire a presión y cubre piernas y glúteos. La presión del aire, a modo de masaje, activa la circulación en el sistema vascular y linfático y facilita la expulsión de toxinas y grasas acumuladas.

Este tratamiento estimula el drenaje de los conductos linfáticos, por lo que es una técnica infalible para reducir la grasa localizada de glúteos, muslos y cartucheras. Además, combate la retención de líquidos y previene las varices. Sin embargo, existen una serie de contraindicaciones para aquellas personas con trastornos vasculares o cardíacos por lo que es recomendable, que antes de someterse a cualquier tratamiento se consulte al médico de cabecera.

Cavitación, efecto reafirmante y moldeador

La cavitación es una técnica no quirúrgica e indolora que actúa contra la celulitis mediante el uso de ultrasonidos de baja frecuencia. Éstos generan microburbujas de aire en el interior del tejido graso que rompen las células de grasa para su posterior eliminación mediante el sistema linfático y la orina. Además, los aparatos de cavitación tienen un efecto reafirmante y moldeador.

Los resultados son visibles desde las primeras sesiones y su principal ventaja es que ofrece la posibilidad de conseguir los mismos resultados que una liposucción, sin tener que someterse a una intervención quirúrgica. Una alternativa indolora y de lo más efectiva.

Carboxiterapia, dióxido de carbono contra la grasa localizada

Los tratamientos de carboxiterapia para eliminar la celulitis consisten en realizar microinyecciones de dióxido de carbono (CO2) en la zona a tratar. Este gas, que expulsamos de forma natural a través de la respiración, mejora la circulación sanguínea de las áreas tratadas al conseguir que los tejidos subcutáneos se relajen y haya una dilatación vascular. Tras su aplicación se da un ligero masaje en la zona para facilitar la distribución del dióxido de carbono.

Las sesiones de carboxiterapia oscilan entre 20 y 60 minutos dependiendo de la zona a tratar. Los efectos secundarios pueden ser enrojecimiento de la zona, sensación de ardor, pequeños hematomas y ligeros dolores. Debemos ponernos en manos de un profesional con experiencia si optamos por este tipo de técnica. Por otra parte, la carboxiterapia no está recomendada a pacientes con problemas renales, diabetes, cáncer o embarazadas por lo que es mejor consultar al médico de cabecera antes de empezar con las sesiones.

Ozonoterapia, el poder del superoxígeno

El ozono, también conocido como superoxígeno, se ha convertido en una excelente herramienta para combatir la celulitis a nivel localizado. La ozonoterapia consiste en oxigenar los tejidos afectados mediante ozono inyectado para activar la circulación y eliminar la grasa depositada.

La infiltración de ozono se realiza a través de microinyecciones subcutáneas que alcanzan la hipodermis, lugar donde se instala el tejido graso. La aplicación dura alrededor de unos 15 minutos y se acompaña con un masaje para repartir el ozono de forma correcta por toda la zona. Los primeros resultados ponen en evidencia una mejoría en la calidad de la piel y según avanza el tratamiento se aprecia una pérdida de volumen y mayor firmeza del tejido.

Como es de imaginar estos tratamientos para decir adiós a la piel de naranja deben ir acompañados de un estilo de vida saludable. Llevar una alimentación sana basada en una dieta equilibrada, no fumar y realizar ejercicio de forma regular son piezas indispensables que nos ayudan a ganar la batalla contra la temida celulitis.