Cuando llega el invierno y bajan las temperaturas nuestras mucosas pierden humedad y corremos el riesgo de padecer sequedad ocular, que puede estar relacionada con la enfermedad del ojo seco. Esto puede estar relacionado con una menor producción de lágrimas, lo que disminuye la lubricación ocular. A veces el ojo seco está causado por enfermedades, envejecimiento, el uso de lentillas o una cirugía ocular.

El ojo seco es una enfermedad que consiste en la escasez de la cantidad de lágrima y/o en el deterioro de la calidad de la misma produciendo una inflamación de la superficie del ojo. Suele ser bilateral y es más común en mujeres que en hombres, especialmente en el periodo de la menopausia y post menopausia.

Los síntomas de los pacientes con ojo seco pueden ser molestias, escozor, quemazón, ardor, sensación de sequedad y de arenilla e incluso visión borrosa y fluctuación de la agudeza visual. Estos síntomas suelen agravarse en ambientes secos con poca humedad y en ambientes con mucho viento. También se agravan cuando el paciente fija la vista y parpadea poco.

Estas son algunas recomendaciones para hacer frente a la sequedad de los ojos y para mantener la salud visual.

1. Usar gafas de sol de forma regular, sobre todo en rutas de montaña, senderismo o práctica de algún deporte de invierno como el esquí. Las gafas protegen lod ojos, además del sol, del viento, los insectos, la nieve, la lluvia y otros agentes externos como el polen o la arena. Las gafas deben estar homologadas con un nivel de protección ultravioleta lo suficientemente alto.

2. Pestañear asiduamente

, sobre todo cuando se esté forzando la vista o mirando hacia un punto fijo mucho tiempo, como cuando estamos muchas horas delante de la pantalla del televisor o trabajando en el ordenador. Es aconsejable descansar la vista cerrando los ojos durante unos segundos, así se favorece la lubricación ocular.

3. Cuidado con la calefacción. Tener nuestro hogar o lugar de trabajo a temperaturas muy altas resecan el ambiente. En el caso necesario se puede usar humidificadores que alivian la sequedad y purifican el ambiente.

4. Lágrimas artificiales. Utilizar colirios naturales sin corticoides para humedecer los ojos, es otro consejo para ayudar a hidratarlos.

5. Cuidar la alimentación. Nuestra dieta repercute en el estado de nuestro organismo, por lo que es importante consumir alimentos beneficiosos para la vista como frutas y verduras, queso, zanahorias, lácteos o huevos y sobre todo aquellos que son ricos en Omega 3 como pescado azul, frutos secos y aguacate.

6. No fumar. El humo del tabaco es perjudicial para todo el organismo, pero sobre todo para nuestros ojos, por lo que se debe evitar fumar y los ambientes cargados de humo.

En cualquier caso es importante, ante la más mínima molestia o problemas de visión se debe acudir inmediatamente a un profesional de la oftalmología para que pueda determinar un diagnóstico.