En 2010, Borja Capponi se coló en las casas de la gente a través de Cuatro presentando el programa Malas pulgas, en el que ayudaba a familias a solucionar los problemas de comportamiento que tenían sus mascotas,Malas pulgas especialmente perros ruidosos y agresivos. Se trataba de la versión española de El encantador de perros (de National Geographic y conducida por César Millán) y se hizo muy popular, con buenos datos de audiencia y con muchos encargos de particulares que demandaban los servicios de Capponi.

Pero de repente el programa empezó a recibir denuncias de asociaciones de adiestramiento canino, veterinarios y etólogos, que criticaban que el programa difundía técnicas sin base científica y que incluso estaban más próximas al maltrato animal que al adiestramiento.

La productora, BocaBoca, pese a tener la segunda temporada de Malas Pulgas grabada, prefirió prescindir de Capponi y apostar por el propio Millán para realizar un programa muy similar, con el mismo equipo, pero con un nombre distinto: El líder de la manada, y Capponi cayó rápidamente en el olvido, aunque pese a todo ‘Malas pulgas’ ha seguido reponiéndose durante años en la matinal de los fines de semana.

Desahucio, hambre y con el suicidio en la mente

Según ha relatado Borja Capponi, madrileño de 47 años, en una entrevista en la Cadena Ser, pasó unos años muy duros a partir de entonces, en los que fue desahuciado, trabajó como reponedor en un supermercado y conseguía alimentar a sus perros gracias a que le prestaban pienso. "Caí en una depresión brutal que no podía ni levantarme de la cama. Sólo un año antes estaba cumpliendo el sueño de mi vida y un año después me abandonaron como un trapo sucio. Y me quise suicidar. Solo quería dormir y no pensar. No dejaba de preguntarme por qué me estaba pasando eso a mí. Adelgacé 10 kilos y llegué a pensar que tendría que dormir con mis perros en unos túneles que había cerca de donde vivía".

Poco después, ya en 2012, se enteró de que Cuatro, sin avisarle, había decidido emitir la segunda temporada que él había grabado un año antes. “En total, por las dos temporadas, me dieron 20.000 euros. ¡A mí me estafaron!", dice, asegurando que mientras tanto, su sucesor, César Millán "cobraba una millonada, para comprarse cuatro casas".

Desde entonces lleva una vida mucho más tranquila, cuenta con el Centro de Psicología del Perro Borja Capponi Academy y un canal de YouTube con 11.000 suscriptores, y vive cerca de Madrid en una gran finca con 15 perros. Asegura que sobrevive con austeridad, “como un ermitaño”, y que sigue recibiendo cientos de llamadas al mes de “gente desesperada” que le pide ayuda con sus mascotas.