Quien siga habitualmente Zapeando, sabrá que hay un colaborador semanal que ejerce de defensor del espectador y que incluso a veces, cuando hay unas cuantas bajas de los habituales, sube de rango y ocupa una de las sillas durante todo el programa. Y con el que sus compañeros siempre se ceban (en tono de broma), metiéndose con su aspecto físico, con su forma de vestir y le ponen una imagen de desgraciado de la vida.

Es Santi Alverú y, con semejantes precedentes tenía que ser él quien se quedara atrapado en Ucrania justo cuando estalla la guerra. El asturiano, especialista en cine, ha narrado en Twitter su largo camino para intentar abandonar el país, algo que ha creado cierta inquietud.

Eso sí, no ha perdido el sentido del humor. De hecho, el jueves, cuando comenzó la invasión rusa, la comparaba con el inicio de la erupción del volcán Cumbre Vieja en La Palma: “Joder, soy el señor de "hay tiempo de comeeeeeeer, hay tiempo de comer de soooobra", escribía, para añadir poco después que seguía en Ucrania, pero ya en un autobús en dirección a Praga.

Conforme avanzaba en su trayecto, Alverú ha ido compartiendo la información que iba conociendo con sus seguidores. Así, hemos sabido que desde la Embajada española le dijeron que estaba haciendo lo correcto para escapar, que compró una botella de agua y se la dieron con gas y que los varones de entre 18 y 60 años no pueden cruzar la frontera porque deben servir al Ejército.

El viaje, durante el cual ha concedido una entrevista telefónica a Onda Vasca contando su odisea, le ha llevado a la frontera con Polonia, donde se ha encontrado con un “atasco atroz”, pero finalmente ha conseguido abandonar Ucrania a última hora de la tarde del viernes, momento en el que se desahogado un poco en la red social del pájaro azul. “Estoy a salvo gracias a una chica que me dejó su móvil para comprar un billete, al conductor de autobús que nos llevó hasta la frontera, a dos parejas que me llevaron en coche a la estación. Gracias a la generosidad de la gente de Ucrania, que está sufriendo un infierno”.

Y además ha reconocido que ha tirado de humor para sobrellevar mejor el miedo. “Siento muchísimo si alguien se ha preocupado (yo estaba acojonado, pero ponía tuits y stories de coña para relajar). Siento de verdad haber supuesto una preocupación para cualquiera. Gracias por vuestros mensajes. Acabo de cumplir 30. Llego mañana a Madrid y lo celebramos”.